Anoche Agostina Spinelli recibió a su hija Daiara Morena, en la casa de Gran Hermano. El juego del “congelados” ya está llegando a su fin, y la policía era de los pocos participantes que no habían recibido su visita. Sin embargo, la espera se terminó y la hermanita se llenó de emoción al ver a su hija.
Luego de unos días llenos de tensión en la casa más famosa del país, Agostina se vio muy afectada con la llegada de su amiga Catalina, quien, al parecer, ya no lo es más. La policía venía manifestando su sentimiento de tristeza y de sentirse sola, por lo que la llegada de su hija, seguro, le dio fuerzas.
Lágrimas y palabras lindas, pero no te muevas: Así fue el “congelados” de Agostina
Gran Hermano dijo congelados y todos se posicionaron para una nueva persona. “Por favor, quédate súper quieta, ma”, comenzó diciendo Morena a Agostina, quien ya había empezado a llorar. “Quédate quieta, por favor, super quieta, yo te voy a abrazar, quédate quieta”, pedía la adolescente para poder abrazar a su madre.
Lo que caracterizó este encuentro fueron las palabras de aliento que tuvo Morena con la participante, y de alguna manera defendiendo sus actitudes dentro del juego. “Te admiro de una manera increíble. Sos la mejor del mundo, en muchos sentidos. Y ojalá todos pudieran ver lo increíble que es esta mujer como mamá, porque es una parte de ella que todavía no conocen”, dijo como dirigiéndose al resto de los hermanitos.
Morena expresó cuánto ama y extraña a su madre, y ella por su parte no podía parar de llorar, mientras que intentaba vencer sus emociones para no moverse.
Lo que conmovió más a la participante y al público fue cuando la invitada habló de la relación que tiene. “Yo sé que soy fría con vos muchas veces, pero ahora al tenerte tan lejos me hace querer decirte todas estas cosas que nunca te dije y estoy muy contenta de tener la oportunidad de verte”, le dijo.
Por último, la adolescente se despidió de los hermanitos “chau, chicos, qué lindo verlos y espero poder conocerlos a todos afuera”, minutos después Gran Hermano dio aviso de "descongelados". Casi toda la casa abrazó a la mujer mientras lloraba. “Ay, no lo puedo creer, no la pude abrazar. Qué pena no poder decirle: ‘Yo también te amo’”, dijo la policía. Además, resaltó la actitud positiva de Morena. “No la esperaba y entró con una actitud increíble. Aparte me miraba a los ojos... Ella es re vergonzosa, pero estaba tranquila y entró con toda”, cerró mientras recibía el consuelo de sus compañeros.