Este fenómeno complica la búsqueda de obras de calidad y originalidad en las plataformas de venta. La llegada de ChatGPT ha facilitado enormemente la creación de contenido escrito por IA, lo que ha incentivado a aquellos que ven un negocio en ello. La autopublicación, especialmente en Amazon, ha facilitado aún más la tarea de colocar estos títulos en la tienda y en Kindle, generando beneficios económicos de manera rápida y sencilla.


Estos eventos no son meras especulaciones, sino que llevan meses ocurriendo y han motivado a Amazon a tomar medidas, limitando la cantidad de libros que pueden autopublicarse diariamente. El hecho de que tres libros al día sean considerados un límite indica la magnitud de la actividad de estos "autores" que hacen uso de bots para la redacción.


La presencia masiva de estos libros en las tiendas en línea dificulta aún más la búsqueda de obras auténticas y de calidad por parte de autores independientes. La sobreabundancia de contenido de calidad inferior en el mercado dificulta que los lectores encuentren lo que realmente están buscando.


Además, la proliferación de libros generados por IA que replican obras originales complica aún más la situación para los autores genuinos. Ya hay ejemplos documentados de esta problemática, como el caso reportado por The Washington Post, donde un libro técnico fue copiado por completo por una IA apenas tres semanas después de su publicación original.


Otra tendencia problemática es la creación de resúmenes de libros populares mediante inteligencia artificial, lo cual puede confundir a los usuarios y llevarlos a creer que están adquiriendo el libro original.


Caitlyn Lynch, una escritora independiente, señaló que solo 19 de los 100 libros más vendidos en la categoría 'Romance contemporáneo' de Amazon fueron escritos por humanos, mientras que los restantes 81 fueron generados por bots.


Aunque herramientas como ChatGPT pueden ser útiles para generar ideas nuevas y ampliar los horizontes creativos de un escritor, su uso como sustituto completo de la redacción humana plantea serias preocupaciones. Más allá del beneficio económico para los autores, el uso excesivo de IA en la creación literaria puede resultar en una disminución de la calidad y la autenticidad de las obras, lo que dificulta la experiencia de lectura para los consumidores.