Con el de hoy, serán cinco entrenamientos de Atlético Tucumán bajo el mando de Diego Barrado, si bien la lluvia estuvo presente en casi todas las prácticas, se pudo observar algunas intenciones particulares desde lo táctico. La gran duda es: ¿cómo formaría el equipo frente a Central Córdoba?

El miércoles, por la segunda fecha del Torneo Proyección, la reserva de Atlético recibió a Rosario Central en el Monumental. El entrenador designado para el plantel, es Barrado, pero al estar afectado al plantel profesional, los que se hicieron cargo del partido fueron Carlos Araujo y Gustavo Córdoba. Sin embargo, aunque no haya estado presente en el banco, Barrado fue quien preparó al equipo durante toda la pretemporada. En ese sentido, ¿qué detalles se observó respecto a lo táctico?

Atlético el miércoles formó con un clásico 4-4-2. Ahora bien, desarmemos el número telefónico. Lo primero que se pudo detectar respecto a la ubicación de los jugadores es que, con la posesión del balón, el equipo mutaba rápidamente a un 4-2-4. Los volantes por afuera, Arias y González, se convertían en verdaderos extremos cada vez que el equipo recuperaba la pelota, aquí Renzo Tesuri y Pereyra (o Mateo Bajamich) pueden ser importantes.

En ese sentido, a diferencia de lo que se acostumbró a ver durante los últimos partidos en Primera, la profundidad por las bandas no la dieron los laterales. González y Rad se pararon unos metros atrás de lo que se acostumbra a ver en Matías Orihuela, por citar un ejemplo. De esa manera, se ocuparon de ligarle la responsabilidad ofensiva a los jugadores más habilidosos del equipo.

Con dos extremos bien abiertos, casi a la misma altura de los delanteros, los volantes centrales se ocuparon de toda la creación de juego. A diferentes alturas (uno recibía de “5” más posicional, otro flotaba en el medio algunos metros más adelante), Vega y Arroyo se encargaron de repartirse tareas en el círculo central. Se intercambiaron roles reiteradamente a lo largo del encuentro, llevado al plantel de Primera, Guillermo Acosta y Adrián Sánchez serían los encargados de realizar esa tarea.

En la delantera, se notó lo que se acostumbra a ver en una pareja de atacantes. Pereira jugó más de “9”, con mucha potencia y juego físico; mientras que Abeldaño se desempeñó como segundo delantero, Marcelo Estigarribia y Mateo Coronel podrían ser estos intérpretes.

En líneas generales, se vio un equipo bastante vertical. Sin embargo, a diferencia del equipo de Primera, esa verticalidad se manifestó principalmente por las bandas. Hubo juego interior, pero el foco estuvo en desbordar por afuera siempre que fuese posible.

Algo a destacar es que los técnicos interinos no suelen arriesgar mucho en el armado del equipo. Si se mantiene la idea, Atlético volvería al famoso 4-4-2 (el esquema más utilizado por el club durante los últimos años). De mitad de cancha hacia atrás, parece estar todo definido. En la mitad aparecen las primera dudas. Si Barrado decide apostar por un mediocampo que sea incisivo por afuera, con cuasi extremos, ¿Qué rol podría ocupar Pereyra? En este caso, siguiendo los nombres por lógica, el DT resignaría de tener un volante que desborde por izquierda, por lo que el “10” podría ocupar ese lugar. El resto de los intérpretes, saldrían de memoria. Habrá que esperar la confirmación de mañana.