En medio de la creciente preocupación por la situación económica y social en Argentina, el dirigente Luis Romano ha levantado su voz para denunciar lo que considera una política gubernamental despiadada y excluyente. En sus declaraciones recientes, Romano arremete contra las medidas adoptadas por el presidente Javier Miley y su equipo, argumentando que estas están llevando al país a una crisis sin precedentes.
Romano señala directamente la responsabilidad del gobierno en la devaluación drástica del peso argentino, que ha llevado a una pérdida masiva de poder adquisitivo para los ciudadanos. "La brutal devaluación que hizo que de la noche a la mañana y por decreto de Miley perdieras el 118% de poder adquisitivo de tu sueldo y la posterior disparada inflacionaria llevaron [sic] a que en tan solo los dos primeros meses de gestión de Miley la pobreza creciera del 44,7 % al 57,4%", declara el dirigente, basándose en datos del mes de enero.
Además, Romano critica el enfoque del gobierno en la gestión económica, especialmente su celebración del "déficit 0" a costa del sufrimiento del pueblo argentino. "Celebrar el déficit 0 a costa del hambre y la pobreza es perverso, nefasto", afirma. También cuestiona la falta de un plan económico claro por parte del presidente Miley, destacando la contradicción entre sus promesas de campaña y la realidad actual.
El dirigente advierte sobre las consecuencias inminentes de nuevas medidas gubernamentales, como una próxima devaluación por decreto que, según él, empujará a más argentinos hacia la pobreza, especialmente la clase media.
Sin embargo, para Romano, el problema va más allá de lo económico. Denuncia la precariedad institucional que pretende imponer el gobierno de Miley, con presiones sobre gobernadores y diputados electos por el pueblo. Según él, estas acciones representan un intento de retroceder dos siglos en la historia argentina y entregar el país como una colonia, esta vez a Estados Unidos.
En última instancia, Romano hace un llamado a la resistencia, instando a los ciudadanos argentinos a no permitir que "maten nuestra patria" ni que "entreguen nuestra nación".