Las personas suelen atravesar una época contradictoria después de los 50 porque, por una parte, empiezan a disponer de su propio tiempo de otra forma y, por otra, empiezan una serie de disminusiones evidentes relacionadas al organismo y a las capacidades de nuestro cuerpo. Para sobrellevarlas de una buena manera, hay hábitos sanos que se recomienda incorporar.
Con el tiempo y después de los 50 años, los movimientos y reacciones se vuelven más lentos debido a la disminución de la capacidad de nuestras articulaciones. En general, todo empieza a cambiar: nuestra masa ósea, muscular, la capcidad para eliminar sustancias tóxicas, tenemos un descenso de estatura y suele presentarse también la falta de apetito.
Cómo vivir mejor después de los 50
Estos son hábitos que probablemente no hayas tenido en cuenta, pero que pueden modificar considerablemente tu capacidad de vida para bien. Todos están centrados en brindar mejores condiciones para lograr el bienestar propio:
1. Mantener relaciones sociales
Está comprobado que a partir de la mediana y, sobre todo, tercera edad, los adultos tienden a sentir con mayor intensidad emociones como la tristeza y la soledad. Para combatirlas, tener un círculo de contención o amigos a los que visitar frecuentemente puede ser muy útil.
2. Hacerse exámenes oftalmológicos y auditivos periódicos
Las revisiones periódicas son necesarias para prevenir y tratar cualquier afección que pueda afectar a nuestros sentidos. La perdida de visión o de audición puede afectar directamente la calidad de vida y aumentar el riesgo de tener accidentes.
3. Consultar con un dentista
La higiene bucal es fundamental para mantener dientes sanos. Esto no va solo por una cuestión estética, sino que ayuda a la digestión y evita problemas de salud.
4. Lograr un sueño saludable
Dormir lo suficiente es esencial tanto para mantener un buen estado de ánimo y energías durante todo el día, como para permitir que los procesos metabólicos del organismo puedan cumplirse correctamente. Se recomienda dormir entre 7 y 8 horas cada noche, de ser posible.
5. Mantener el peso bajo control
Tanto el exceso de peso como un peso bajo pueden acarrear enfermedades de diferente tipo, como cardiopatías y diabetes de tipo 2. Seguir una dieta saludable y hacer actividad física reduce el riesgo de contraerlas.
6. Mejorar el equilibrio y la resistencia
Si los ejercicios son fundamentales para mantener un peso saludable, también lo son para evitar accidentes. Fortalecer algunos músculos puntuales, como los de las piernas y el tórax, puede evitar que el cuerpo se debilite y, por ende, evitar caídas y lesiones.