“En Argentina el 80% del juego online es clandestino”, según la Cámara Argentina de Salas de Casinos, Bingos y Anexos (Cascba). Se entiende como juego clandestino, a toda actividad relacionada con los juegos de azar no autorizados. Esto afecta a los jugadores, ya que en los sitios donde se practican estos juegos no hay control de acceso a menores y no se brinda ningún tipo de información respecto al juego responsable. Esta facilidad de acceso y la falta de advertencia permiten que desde temprana edad las personas empiecen a apostar. Según los especialistas, la problemática ha afectado fuertemente a los adolescentes y adultos jóvenes a partir de la pandemia. En Argentina, aproximadamente 19 millones de personas juegan asiduamente, mientras que 7 de cada 100 argentinos pueden ser considerados adictos, según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos.
La manera de jugar
El especialista tucumano en adicciones Ramiro Hernández, que dirigió el PUNA por 15 años, menciona que los jóvenes en la actualidad se acercan al juego de dos formas: “eligen principalmente la ruleta o hacen apuestas deportivas, estos dos suelen ser los más comunes. Sabemos hoy que empiezan a jugar desde los 15 años en adelante, por eso es necesario trabajar y enfocarnos en esa franja etaria para evitar que se vuelvan jugadores compulsivos”, mencionó el médico.
“Hay tres etapas en el juego. En primera instancia está el jugador social al que no le genera nada su manera de jugar. Después, en un nivel superior estarán los jugadores problemáticos, a estos jugadores apostar les causa muchos problemas, empiezan con deudas, cambios de humor y toman riesgos que antes no tomaban. Por último, el tercer nivel, que es casi un 7% de la población, son los ludópatas o jugadores compulsivos. Esa es la gente que no puede controlar el impulso de jugar, es decir, un deseo incontrolable”, declaró el especialista. Y agregó que “los jóvenes que tienen problemas con las apuestas son en su mayoría jugadores problemáticos, no ludópatas”.
La falta de regulación
“Juego desde el 2022, o sea, desde que tengo 16 años. Empecé jugando una vez por semana aproximadamente y después se me hizo costumbre. Ahora juego más seguido”, destacó Gastón, de 18 años, que se define como un jugador constante. El joven aceptó dar su testimonio manteniendo su anonimato.
En la actualidad, el entorno digital ha permitido que sea mucho más fácil acceder a sitios de apuestas sin tantas restricciones. El anonimato es una de las claves que evita registrar números oficiales acerca de la cantidad de jóvenes que apuestan en el país. “Estas plataformas no requieren muchos controles y por eso cualquier persona puede ingresar fácilmente. Muchos menores de edad con acceso a internet y un teléfono pueden entrar y apostar sin ninguna barrera, poniendo en riesgo su salud y sus datos”, indicó José Farhat, abogado, especialista en delitos informáticos.
En Argentina, la regulación relativa a juegos de azar no se encuentra incluida dentro de las facultades atribuidas por nuestra Constitución al Poder Legislativo Nacional (art. 75 CN), por lo que cada provincia se encarga de legislar de manera exclusiva su propio régimen de administración de juegos de azar. “La ley provincial menciona a los juegos online. Pero el entorno digital no tiene fronteras, prácticamente no hay legislaciones al ser el internet tan grande. Al ser plataformas internacionales, también es más complicado controlarlas”, aseguró Farhat. En la actualidad, el organismo regulador de apuestas en la provincia es la Caja Popular de Ahorros, pero, según los especialistas, hace falta un plan nacional contra los juegos de azar online.
Un problema latente
Según los especialistas, la problemática ocurre por más de un motivo. “Desde la pandemia, las consultas se han expandido bastante, esa etapa nos cambió a todos. Los padres se acostumbraron a ver a sus hijos cerca de la computadora o los celulares después de esa etapa y ahora muchas veces los ignoran”, dijo Florencia Lazarte, psicóloga especialista en adicciones en diálogo con LG Play. Complementando a las declaraciones de la psicóloga Lazarte, Ramiro Hernández agregó: “las crisis sociales también tienen que ver con el juego, este deseo de ganar mucha plata en poco tiempo es una consecuencia de esto. Sumado al anonimato que les da a los usuarios la facilidad y libertad de apostar sin un registro fidedigno”.
Estos análisis encajan con los testimonios de Gastón, que, al igual que muchos jóvenes de su edad, frecuentan los sitios de apuestas. “Es ‘plata fácil’, digamos. Pongo 100 pesos y puedo ganar 2.000 si tengo suerte. Por eso lo hago. Soy consciente de que no es algo bueno si se hace en exceso. Tengo amigos que juegan desde hace más tiempo y se gastan toda la plata en casinos o en apuestas de partidos, pero yo no”, afirmó el joven.
La promoción de estas plataformas de juego abunda en las redes sociales y programas de televisión. “La publicidad aparece en todos lados, redes sociales, equipos de fútbol, periodismo y televisión. Hay un propósito grande de captar jugadores y eso llega a los jóvenes que, en el afán de ganar unos pesos de más, se meten en un juego sin regulaciones ni seguros que puede ser muy perjudicial”, advirtió el abogado Farhat.
Alertas y consejos
“Todas las patologías de salud mental están subestimadas en el país. En el caso del juego, no solo está subestimado, sino que hay un desconocimiento enorme. Los padres, por lo general, se enteran cuando ya hay un problema grande. Siempre recomiendo que concienticen a sus hijos sobre el tema, los escuchen y estar al tanto del tiempo que pasan frente a una pantalla”, enfatizó Hernández.
Algunos síntomas que los especialistas Farhat, Lazarte y Hernández advirtieron para reconocer que un adolescente o joven está teniendo problemas con el juego son:
- Irritabilidad.
-Aislamiento.
- Mimetización con otros jugadores.
- Gastos excesivos.
- Principios de ansiedad.
- Principios de depresión.
En caso de conocer a alguien que atraviese una situación delicada respecto a los juegos de azar hay que dirigirse a Las Piedras 251 o llamar al número de la Dirección de Asistencia por Adicciones 3814523201.
Producción periodística de Leandro Díaz.