Los investigadores sostienen que la suerte es una buena aliada en su trabajo. Y eso ocurrió con un grupo de policías que pudieron encontrar en Famaillá un vehículo que había sido sustraído en barrio Sur el jueves. Este caso podría estar vinculado a una investigación en contra de una banda que se dedicaría a cometer este tipo de delitos para comercializar los bienes en otras provincias.

El jueves un hombre denunció en la seccional 2° que desconocidos se habían apoderado de su Toyota Corolla valuado en aproximadamente $22 millones. Relató que lo había dejado estacionado y que al regresar no lo encontró más. Después reconoció que en el interior del vehículo había una copia de la llave.

Personal de la ex Brigada de Investigaciones, al mando de los comisarios Gabriel Heredia, Diego Bernachi, Ángel Álvarez y Miguel Carabajal, comenzó con el análisis de las cámaras de seguridad que habían en el lugar. Así descubrieron que los autores habían sido dos jóvenes que se desplazaban en una motocicleta roja de baja cilindrada.

Según las actuaciones, los sospechosos fueron registrados cuando forzaban la puerta y revisaban en el interior. Después, se observa que el mayor condujo el auto hacia el oeste y su cómplice lo siguió en el rodado de menor porte. Los investigadores, hicieron un seguimiento con otras cámaras y descubrieron que se dirigían hacia la ciudad de Famaillá.

Pasada la medianoche, mientras los investigadores trataban de confirmar la versión que manejaban, descubrieron que motoristas necesitaban apoyo cuando realizaban un procedimiento en Ayacucho al 100. “Los compañeros al ayudar a identificarlos, se dieron cuenta que se movilizaban en una moto similar a los sospechosos y que tenían puesta la misma ropa que llevaban en el momento del robo del auto”, indicó el comisario Miguel Carabajal, titular de Investigaciones. “Los motoristas nos dijeron que habían decidido identificarlos porque circulaban muy despacio y observando los vehículos que estaban estacionados en el lugar”, agregó el investigador.

Al confirmar más datos, se dirigieron a la localidad de Famaillá. Descubrieron el auto abandonado en la calle y que ya le habían cambiado el dominio. Los sospechosos le habían colocado uno que pertenecía a otro vehículo. “Eso es lo primero que hacen para despistar y evitar ser descubierto”, señaló un pesquisa.

Nexos

El fiscal Pedro Gallo convalidó la aprehensión de un menor de 16 años y de un mayor. En las próximas horas, se desarrollará una audiencia en su contra, pero continuará la investigación.

El mayor sería familiar de Sergio y Rodrigo Tripolone, padre e hijo que serían integrantes de una banda que se dedica al robo de vehículos para su posterior venta en Santiago del Estero y Córdoba. Justamente, en la primera provincia, estarían con pedido de detención.

De acuerdo a fuentes judiciales santiagueñas, los Tripolone habrían vendido autos y camionetas que supuestamente eran sustraídos en Tucumán, Salta, Santiago y Córdoba.

Los investigadores creen que los integrantes de este grupo, después de robar los vehículos, le cambian los dominios para poder llevarlos de una provincia a otra para evitar ser descubiertos por las autoridades. Por último, falsificando la documentación de titularidad del bien, lo terminaban vendiendo a entre un 20% y un 30% menos del valor de mercado.

Los pesquisas ahora deberán buscar más indicios para probar la vinculación de los dos aprehendidos con los otros sospechosos.