El café forma parte de la rutina inalterable de miles de personas alrededor del mundo. Para empezar el día, para terminar una comida, para hacer tiempo o para terminar la jornada: la infusión tiene la versatilidad necesaria para adaptarse a cualquier momento. Además, un estudio descubrió que tiene un beneficio poco difundido hasta ahora.
Entre los aportes que el café hace a nuestro organismo, se pueden mencionar los siguientes:
● Mejora la función cognitiva y la plasticidad neuronal, protegiendo al cerebro
● Influye sobre el estado de ánimo aumentando la liberación de dopamina, serotonina y noradrenalina que previenen depresión y ansiedad
● Aumenta la resistencia, la fuerza y la velocidad, otorgando un mejor rendimiento deportivo
● Contiene polifenoles, que funcionan como antioxidantes y desaceleran el envejecimiento
Cuánto café se puede tomar por día, según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, como límite de consumo, hasta 400 mililitros de cafeína diaria, sin azúcar agregada. El equivalente a esta cantidad en tazas dependerá, claramente, del tamaño de la taza de la que se trate, pero también de la preparación del café.
No es igual la preparación de un café de filtro que la de un expreso. Sin embargo, la cantidad de cafeína que contienen no varía demasiado. En tanto una taza del primero contiene aproximadamente 90 miligramos de cafeína, una taza de expreso se acerca a los 80 miligramos. Con estas cantidades, se calcula que se pueden tomar entre 3 y 4 tazas de café diarias.
Estudio de Harvard asegura que el café ayuda a quemar grasas
Investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan Harvard demostraron que tomar esa cantidad de café por día puede tener efectos positivos sobre el matabolismo, el apetito, la oxidación de ácidos grasos y la termogénesis. Se determinó que con cuatro tazas de café diarias es posible reducir hasta un 4% de grasa corporal.
El estudio a cargo del Dr. Derrick Alperet tomó como muestra a 126 adultos con sobrepeso no sensibles a la insulina. El grupo se dividió en dos: uno ingirió café y el otro una bebida placebo durante 24 semanas. Se demostró que esta ingesta no afectó la sensibilidad de los participantes a la insulina.