Durante el vibrante año 2016 el fervor por Atlético alcanzó cotas inimaginables para los simpatizantes “decanos”, en especial para Luis López, un hincha devoto cuya vida se entrelaza con el club desde su juventud. Hay muchos fanáticos que suelen decir que el estadio del club de sus amores es como su segunda casa; “Lucho” -como lo conocen en el club- pasó de las palabras a los hechos. Hasta el momento, él y Nancy Medina pueden jactarse de ser los únicos que contrajeron matrimonio en el mismísimo corazón del estadio “José Fierro”, casa de Atlético, pero también de la familia López Medina.
Recordemos aquel momento crucial, cuando algunos meses antes el “deca” había regresado triunfante a Primera división, desatando la euforia entre sus seguidores más leales. Luis, conductor del programa “Soy Decano” en Radio del Plata, encontró en esa coyuntura la inspiración para una promesa que cambiaría su vida. “Si Atlético asegura su lugar en la Copa Libertadores, me caso”, dijo una vez al aire, cuando Atlético pujaba por ese quinto cupo al certamen internacional. Una promesa que no solo marcaba un hito en su relación con Nancy sino que también tejía los destinos de sus hijos, Diego Lionel (está claro en quién se inspiró para los nombres) y Rosa, nacida justo ocho días antes del ansiado ascenso de Atlético a la máxima categoría en 2015.
Con la clasificación confirmada, Luis y Nancy se embarcaron en los preparativos para un evento que trascendería lo convencional. La cantina del club, bajo el mando de Roberto Cuevas, se convirtió en el escenario donde el amor por Atlético y la familia López se entrelazarían de manera inolvidable. La rapidez de los acontecimientos, desde la idea inicial hasta el “sí, acepto”, resonó con la misma intensidad que los cánticos de la hinchada “decana”.
“En realidad él ya me había pedido casamiento hacía años, pero por una cosa u otra no podíamos hacerlo, nos era esquivo. Yo lo escuché cuando dijo eso en la radio, pero pensaba que había quedado ahí”, relata Nancy.
Finalmente fue el 13 de noviembre de 2016, en el playón adyacente a la cantina, donde Luis y Nancy celebraron su unión, fusionando el amor por el club con la alegría del primer año de vida de Rosa. Aunque el campo de juego no pudo ser testigo directo debido a la reciente resiembra, lo que ahora se conoce como el playón de estacionamiento fue el lugar en donde se armaron las mesas para el brindis. “Para mí, la cancha es el mejor lugar del mundo”, confiesa Luis, expresando un sentimiento compartido por muchos hinchas que sueñan con jurar amor eterno en el “José Fierro”.
Sacrificios y casamiento
A medida que la historia de amor de la pareja se despliega, desde el encuentro casual en una panadería hasta los 14 años de complicidad, emerge una conexión profunda. Según López, Nancy, con admirable comprensión, ha aprendido a convivir con el calendario dictado por los partidos de Atlético, sacrificando celebraciones y festejos por el bien de la pasión compartida. “Yo soy hincha desde chica, mi papá nos hizo a todos de Atlético. Él jugaba en las inferiores, según recuerdo”, comentó Medina, dejando en claro que el amor por Atlético es algo que habita el interior de ambos.
El 10 de noviembre celebraron 14 años juntos; el 13 de noviembre, ocho años de matrimonio. “Me acuerdo de que yo quería que el casamiento fuera sorpresa. Estábamos organizando el primer añito de Rosa y yo buscaba el Juez de Paz por mi cuenta; después me enteré de que para casarnos debíamos hacernos análisis de sangre y tuve que confesar”, relata “Lucho” sobre aquellos días en los que el cumpleaños terminó mutando en casamiento. Este cúmulo de años lleva consigo innumerables recuerdos. En el relato la familia López agradece las gestiones de Silvio Navas y de Mario Leito, que estuvieron al tanto de lo que iba a suceder ese domingo al mediodía. Es por ese motivo que un sinfín de emociones se despiertan cada vez que revisan las fotografías de aquella jornada inolvidable.
Para Luis, la decisión de casarse en la cancha fue la mejor de su vida, una experiencia que trascendió lo anecdótico para convertirse en un capítulo imborrable de su historia familiar. Agradecido por el apoyo incondicional de Nancy, describe su amor como algo maravilloso, una fuerza que ha resistido las vicisitudes de la vida y ha florecido en el epicentro de su amado Atlético Tucumán.
Un dato más que une el sentimiento de López y Medina por Atlético: en una de las tantas pausas en su programa en Radio Del Plata (Virgen de La Merced 179) López se cruzaba a la panadería de Rivadavia y Mendoza para abastecerse para la merienda. Allí la conoció a Nancy y allí comenzó el amor, justamente a escasos metros de la vieja casona de Rivadavia 139 (hoy Virgen de La Merced) donde fue fundado Atlético. Aunque ya fue demolida, desde 2015 una plaqueta recuerda allí los inicios del “decano”.
En este San Valentín, la historia de Luis y Nancy resuena como un testimonio inspirador de cómo el amor puede entrelazarse con los colores de un club y perdurar a lo largo del tiempo.