El verano y las altas temperaturas traen consigo la necesidad de refrescarse. Es por estas épocas donde debemos hidratarnos más, así como buscar alternativas que nos ayuden a aplacar el calor. El helado es una de esas opciones. Sin embargo, los helados comerciales no son la elección más saludable y muchas veces provocan molestias en el estómago así como picos de azúcar en el organismo.

El helado es uno de los postres preferidos del verano, sin embargo, debido a su contenido alto en azúcar y sus grasas lácteas, lo hacen un aperitivo muy calórico. No obstante, existe una alternativa que puede ayudarte a combatir el calor sin necesidad de preocuparte por tantas inconveniencias.

Los beneficios del helado de avena: ¿Por qué tomarlo en vez de los helados comerciales?

El helado de avena es una opción saludable y deliciosa. Ya de por sí la avena es un nutriente que favorece a nuestro organismo, ya sea por su alto contenido en fibra así como su aporte de energía al organismo. Este alimento es versátil, fácil de conseguir y barato.

Además, a diferencia de los helados comerciales que provocan picos de glucosa debido a su alto contenido en azúcar, la avena hace todo el efecto contrario. Gracias a su contenido de carbohidratos de lenta absorción, este alimento aporta energía de manera gradual, evitando picos de azúcar.

Es importante destacar que este postre debe acompañarse de una alimentación saludable y así como todo en la vida, no se debe abusar de su consumo ni comerlo en exceso.

Helado de avena: una receta con ingredientes sencillos y fáciles de conseguir

Esta receta es muy fácil de realizar y podrás atender al antojo de comer helado sin consumir muchas calorías y sin que provoque demasiadas alteraciones en tus niveles de azúcar. Para hacerla sólo necesitás los siguientes ingredientes:

- 1 taza de avena arrollada o en hojuelas

- 2 tazas de leche, preferentemente leche descremada o vegetal

- Edulcorante a gusto

- 1 cucharadita de esencia de vainilla

- Una pizca de sal

Paso a paso del helado de avena

Así como sus pocos ingredientes, la receta también es muy sencilla. En un tazón colocá la avena con agua y dejala hidratar toda la noche. Luego al día siguiente pasá la avena por un colador y agregala a una licuadora.

Allí colocá la leche, el edulcorante, la esencia de vainilla y dejá que se triture hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Agregá la mezcla de helado de avena en un recipiente, cubrilo con una tapa y llevalo al freezer.

Dejá enfriar la mezcla durante al menos cuatro a seis horas. Si notás que no terminó de congelarse durante ese tiempo, podés dejarlo unas horas más. Cuando esté lo suficientemente frío, servilo y dejalo reposar unos minutos para que sea más sencillo de comer y listo. ¡A disfrutar!