El encuentro entre el Papa Francisco y el presidente Javier Milei es el resultado de un arduo trabajo por parte de las dos cancillerías que buscaron normalizar las relaciones entre ambos estados luego de la aparición de polémicas declaraciones de Milei durante la campaña.

Cabe recordar que el economista había tildado a Francisco de “representante del maligno en la Tierra” cuando fue entrevistado en un programa televisivo en 2020, y luego cuestionó la supuesta afinidad por el comunismo y “dictadores sangrientos” de Latinoamérica del líder religioso, mientras se encontraba en la carrera por la presidencia.

Durante el debate previo a los comicios definitorios, Sergio Massa cuestionó los dichos de su contrincante, quien respondió: “Parece que estás poco informado, porque ya había pedido perdón por eso, y lo volvería a hacer, porque no tengo problema en eso, porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso”.

Charla telefónica

El Santo Padre, que nunca replicó públicamente estos agravios, mantuvo una comunicación telefónica con el presidente electo para felicitarlo por su triunfo en el balotaje de noviembre. “Sé que pidió una cita para una conversación conmigo: acepté, y por eso nos veremos. Estoy listo para empezar un diálogo, hablar y escuchar a él. Como con todos”, enfatizó Jorge Bergoglio en un programa de la televisión italiana; donde también declaró que existía la probabilidad de un retorno a su país de origen.

“Está la hipótesis Argentina, que tengo entre paréntesis. La organización de la visita aún no empezó“, expuso.

Vale recordar que la semana anterior a su aparición televisiva el mandatario argentino le había enviado una carta a Francisco para invitarlo al país, en lo que sería su primera visita desde que está al frente de la Iglesia Católica en 2013. “Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto”, declaraba la misiva.