El impacto del fenómeno del Niño en las lluvias, tal como fue pronosticado, se hizo sentir durante el todo el periodo de crecimiento de los frutos cítricos, desde la floración y cuaje, en septiembre de 2023, hasta el presente.

Analizando el periodo de crecimiento del fruto, entre septiembre y diciembre, de las últimas seis campañas, la actual se asemeja a la campaña 2018/2019, en la cual se registraron altas precipitaciones con altos registros de hora de mojado foliar, lo cual afectó significativamente la calidad cosmética de los frutos, principalmente por daños de botrytis, melanosis y fitotoxicidad de cobre asociada a la presencia de melanosis, en las zonas más húmedas de la provincia, indicó en un interesante informe Gabriela Fogliata, de la sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres.

Si tomamos como referencia cuatro localidades de Tucumán, ubicadas en diferentes áreas agroclimáticas, podemos observar en las gráficas, las condiciones similares de la primavera 2018 y 2023; y la diferencia con las primaveras de los años 2019, 2020, 2021 y 2022.

Entre las localidades con mayor prevalencia de las enfermedades mencionadas, está Pueblo Viejo, donde se registraron 648 mm de precipitación con 732 h de mojado foliar entre septiembre y diciembre de 2023, valores cercanos a los registrados en 2018 para el mismo periodo (659 mm de precipitación y 739 h de mojado foliar); a diferencia de las campañas intermedias que tuvieron valores más bajos de ambos parámetros, especialmente las horas de mojado foliar que oscilaron entre 344 h y 481 h. Cabe destacar que estas campañas intermedias tuvieron mejor calidad de fruta en referencia a las enfermedades reportadas anteriormente, en comparación con 2018/2019, con diferencias a su vez entre sí. En términos generales, estas campañas intermedias tuvieron entre un 35% y 50% menos de precipitación y horas de mojado foliar en comparación con 2018/2019. Otra diferencia fue la menor cantidad de días de lluvias (Figura 1).

Otra área que suele ser afectada por las enfermedades mencionadas, aunque con menor intensidad que la anterior, es el sur de la provincia. Tomando como referencia Santa Ana, podemos observar que las precipitaciones y horas de mojado foliar de la primavera 2023, son notablemente más altas que las campañas previas; aunque no alcanzan los valores de 2018. También se destaca la diferencia en la cantidad de días de lluvia (Figura 2).

Analizando otras áreas, donde por lo general la prevalencia de melanosis no es importante, podemos observar también que la presente campaña se diferencia marcadamente de las anteriores, siendo semejante a 2018. En El Colmenar por ejemplo, se registraron 380 mm de precipitación con 487 h de mojado foliar entre septiembre y diciembre de 2023, valores cercanos a los registrados en 2018 para el mismo periodo, 403 mm de precipitación y 498 h de mojado foliar; a diferencia de las campañas intermedias, donde se registraron valores más bajos de ambos parámetros, con precipitaciones menores a 315 mm, y mojado foliar entre 199 h y 307 h. Cabe destacar que en 2018/2019, como consecuencia de la primavera lluviosa, se observaron lotes de limón con melanosis y daños significativos de fitotoxicidad por cobre asociado a esta enfermedad, lo cual no es frecuente en esta área. En términos generales, las campañas intermedias tuvieron entre un 20% y 30% menos de precipitación en comparación con 2018/2019, siendo lo más notable que tuvieron entre 40% y 60% menos de horas de mojado foliar. Otra diferencia es la menor cantidad de días de lluvias (Figura 3).

En La Cruz, se observa una situación similar, siendo los valores de horas de mojado foliar entre septiembre y diciembre de 2023, aún más altos que en 2018. También es notable la diferencia con las campañas intermedias, que tuvieron un 50% menos de precipitación en comparación con 2018/2019; y entre 35% y 70% menos de horas de mojado foliar, con menos días de lluvias (Figura 4).

Comentario final

Las precipitaciones y las horas de mojado foliar son dos parámetros claves para las principales enfermedades de los cítricos, ya que indicen en la dispersión del inóculo, en la germinación de los conidios y en la infección a los órganos susceptibles de la planta, tanto para las enfermedades mencionadas que afectan la calidad cosmética del fruto como para las cuarentenarias, mancha negra y cancrosis. También repercute en la persistencia de los fungicidas sobre la planta. A esto se suma la cantidad de días de lluvia, lo que afecta la planificación de las aplicaciones de los fungicidas. Ante esta situación, se recomienda que se extremen las medidas de control de enfermedades en los lotes destinados a exportación como fruta fresca, seleccionando los fungicidas cúpricos de mayor persistencia y las estrobilurinas de mayor residualidad. Asimismo, controlar los residuos de estrobilurinas en lotes con riesgo de mancha negra para controlar la eficacia de las aplicaciones; e intensificar los monitoreos en momentos previos a la cosecha.