Los bomberos lograron controlar el fuego en Viña del Mar y Valparaíso, donde los cerros fueron devastados durante cinco días por los incendios que afectaron esta región del Pacífico chileno, cobrándose hasta el momento la vida de 131 personas y consumiendo más de 29.000 hectáreas.

Bajo las altas temperaturas del verano austral, 1.930 bomberos extinguieron los múltiples focos de calor que amenazaban desde el viernes a la ciudad turística de Viña del Mar y la portuaria de Valparaíso, situadas a 120 kilómetros al noroeste de Santiago.

"Se considera superada la emergencia forestal que comenzó el 2 de febrero", indicó este miércoles el cuerpo de emergencia de Bomberos de Viña del Mar, según informó la agencia de noticias AFP.

Sin embargo, en las colinas, los afectados se instalaron en carpas y organizan rondas nocturnas ante la sospecha de que los incendios hayan sido provocados intencionalmente.

"Mientras mi familia está en un albergue, yo opté por quedarme aquí. La parte baja todavía tiene árboles y estamos viendo mucha gente que sube y baja por allí", señaló Miguel Ángel Reto, un obrero peruano de 42 años que trabaja en la construcción.

Junto a chilenos, venezolanos, haitianos y ecuatorianos, Reto se asentó de manera irregular en los cerros de Viña del Mar en un sector conocido como Naciones Unidas.

Los incendios arrasaron con sus construcciones de madera, pero los habitantes regresaron para recoger escombros, con la idea de reconstruir sus hogares.

"Todavía hay mucho por hacer, esto apenas está empezando", alertó Katherine Murillo, una ama de casa ecuatoriana de 31 años, que junto a su familia instaló una carpa para cuidar el terreno donde construirán una nueva vivienda en Naciones Unidas.

El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) informó que el incendio afectó 6,000 viviendas, aunque datos difundidos por AFP indican que fueron 15,000.

Las llamas consumieron 29,115 hectáreas en las regiones del centro del país, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, así como en el sur, en el Maule, La Araucanía y Los Lagos.

En cuanto a las sospechas de intencionalidad, solo efectivos de la Armada realizan patrullajes esporádicos en algunos puntos de Viña del Mar, donde rige el toque de queda nocturno desde el viernes pasado.

El gobierno del presidente Gabriel Boric insinuó desde un principio la posibilidad de que detrás de los incendios mortales haya manos criminales.

Durante una visita a Viña del Mar el martes, el propio mandatario lanzó una advertencia: "Hay personas que están intentando iniciar incendios, a esos miserables los vamos a encontrar y los vamos a llevar tras las rejas".

Las autoridades aún no han determinado responsabilidades por estos incendios, que representan la peor tragedia en Chile desde el terremoto y tsunami de 2010, cuando murieron más de medio millar de personas.

Las sospechas de que pudo tratarse de una acción deliberada se basan en el hecho de que hubo varios focos de incendio simultáneos.

"Más que nunca, estoy convencido de que estos incendios fueron absolutamente intencionales. Cinco focos de incendio al mismo tiempo, eso no es natural", dijo Alejandro Peirano, director del Jardín Botánico Natural de Viña del Mar, que resultó seriamente afectado por las llamas.

Mientras tanto, en medio del luto por la trágica muerte del expresidente Sebastián Piñera el martes en un accidente de helicóptero, el Gobierno ha comenzado una nueva fase en la gestión de la crisis por los incendios.

"Estamos en una etapa diferente de la emergencia, ya hemos comenzado con la fase de rehabilitación del terreno y esto nos permite también agilizar la llegada de ayuda", dijo la delegada presidencial para Valparaíso, Sofía González.