El problema de una negociación mal planteada no es que solo se pierden fichas innecesariamente, sino que además dejan un mal precedente para futuros tironeos. A partir de ahora, todos los actores políticos, empresariales y sociales que no son el oficialismo y los aliados explícitos, saben “dónde renguea el perro”. En su artículo “De Milei a AlgunaLey”, el analista de opinión pública, Carlos Fara, describe los problemas que ha tenido la administración del presidente Javier Milei para lograr que la ley Bases pase la votación en general en la Cámara de Diputados.

El martes arrancará la discusión en particular, donde no todos los diputados, propios, aliados y extraños, están convencidos de avalar las medidas a libro cerrado. La Libertad Avanza enfrentará ese escenario con la expectativa de que el texto “se modifique lo menos posible”, mientras los gobernadores presionan para discutir con el Ejecutivo “un nuevo pacto fiscal”, tal como lo sugirió el ministro del Interior, Guillermo Francos.

Según indicaron desde LLA a la agencia estatal Télam, la votación favorable de la iniciativa en el Congreso Nacional fue recibida como una buena noticia por parte del oficialismo, que ahora aspira a que los legisladores encabezados por el titular del bloque Hacemos Coalición Federal, el diputado nacional Miguel Ángel Pichetto, voten los dos puntos más calientes de la reforma propuesta por el Ejecutivo: las facultades delegadas y las privatizaciones de las empresas públicas.

El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, José Luis Espert, ya había adelantado esta semana que esperaban que la oposición votara en favor de estos dos puntos. En este sentido, el diputado evaluó este viernes a la noche tras la media sanción que es “un muy buen punto de partida” para “una nueva Argentina en libertad, donde el centro sea el individuo”. Previo a la media sanción del dictamen de mayoría, se votó la derogación de los artículos sobre el capítulo fiscal, financiamiento político y sobre ley de pesca, entre otros. Asimismo, a lo largo de toda la jornada se reanudaron las negociaciones entre funcionarios y los bloques dialoguistas para intentar superar los puntos donde aún existen discrepancias. Entre ellos se encuentran la cantidad de empresas del Estado que deber ser privatizadas, y como prenda de cambio, el Ejecutivo retiró a nueve firmas de una nómina original en la que figuraban 41 compañías. Las empresas que no se privatizarán -según esa propuesta del oficialismo- son el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Dioxitek; Fabrica Argentina de Aviones, Fabricaciones Militares, Radio de la Universidad del Litoral, Servicio de Radio y TV de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación y Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio.

Los legisladores señalan que hay un principio de acuerdo en este punto, pero tanto la UCR como Hacemos se oponen a las privatizaciones del Banco Nación, la Televisión Pública y Radio Nacional, según informaron fuentes parlamentarias. En esta línea, el segundo punto que genera mayores discrepancias es el reclamo de las provincias que piden la coparticipación del Impuesto PAIS, una idea rechazada por el oficialismo.

El segundo punto que genera mayores discrepancias es el reclamo de las provincias que piden la coparticipación del Impuesto PAIS, una idea rechazada por el oficialismo. El pedido de los gobernadores partió las aguas dentro del frente oficialista cuando el lunes el ministro del Interior anunció tras una reunión con gobernadores y legisladores dialoguistas en el Consejo Federal de Inversiones que estaba en discusión “el tema del impuesto PAIS y las empresas sujetas a privatización”.

¿Alcanzarán los votos para sancionar la ley?

El 129 siempre es la llave para destrabar cualquier proyecto en la Cámara baja. No es ni más ni menos que la mitad más uno de sus miembros, que cuando se juntan y se sientan en sus bancas a la misma hora pueden dar quórum para abrir una discusión y sancionar leyes.

El proyecto de ley impulsado por el presidente Javier Milei obtuvo un nada despreciable número de 144 diputados para aprobar en general la ley ómnibus, 15 más del 129. La pregunta por estas horas en Casa Rosada es si eso alcanzará para darle curso a los puntos más picantes de la ley.

Solo dos radicales (Facundo Manes y Pablo Juliano) y cuatro de Hacemos Coalición Federal (Margarita Stolbizer, Mónica Fein, Natalia de la Sota y Esteban Paulón) votaron en contra en general este viernes. La moneda está en el aire y los funcionarios deberán redoblar las conversaciones con los sectores dialoguistas para garantizar los sufragios.