El uso de la quínoa no está tan difundido en Argentina como su potencial lo permitiría. Esta semilla es considerada un grano integral por su riqueza ya que cuenta con propiedades que la vuelven un alimento equilibrado que permite el desarrollo del ser humano.
Esta planta es originaria de América Latina. Presenta un equilibrio ideal entre proteínas, grasas y carbohidratos, principalmente almidón. un grano de quínoa posee más del doble de proteínas que cualquier otro cereal en una composición de entre el 16 y el 23%.
También tiene aminoácidos como la lisina, que cuida y estimula el cerebro, y la arginina y histadina que son esenciales para el correcto desarrollo en la infancia. Entre los minerales que la vuelven rica, están el hierro, calcio y fósforo y también tiene vitaminas.
Usos y propiedades de la quínoa
La versatilidad de esta semilla no hace más que sumar los usos que se le da en el mundo culinario. El más tradicional de ellos es el de la harina de quínoa, aunque también se pueden preparar guisados, sopas y pueden usarse como pastas y cereales.
El harina de quínoa ha permitido ampliar la oferta de panes, tortas y galletas. Incluso ha llegado a ser usada en la dieta de personas celíacas, aunque no está comprobado que todos los tipos de semilla estén libres de gluten. Un uso poco conocido, pero no menor, es el que se le da cuando se fermenta para obtener cerveza o chicha, bebida tradicional de los Andes, de donde es originaria.
Entre los usos medicinales, la quínoa ancestralmente es considerada como una planta útil. Es buena para el tratamiento de abscesos, hemorragias, luxaciones y cosmética y contiene altas cantidades de magnesio que favorecen al metabolismo y el funcionamiento del sistema nervioso.