Quisiera por este medio llamar la atención sobre el terrible estado de la comisaría Segunda, ubicada en la calle Buenos Aires al 400. Las pésimas condiciones edilicias son un peligro para los oficiales de la policía, las personas detenidas en ese edificio inhabitable y los transeúntes que deben atravesar su inmunda vereda. La entrada al estacionamiento de la comisaría tiene una cloaca abierta por donde salen, desde hace años, líquidos nauseabundos que contaminan una gran porción de barrio Sur. La calle colapsó y dejó al aire libre y por segunda vez en un año un profundo pozo que está señalizado apenas con un cono naranja. Es evidente que el socavón bajo la calle y el edificio es de tal magnitud que provocó que la fachada se partiera en 2 hace unos cinco años. La grieta de la fachada se está profundizando rápidamente, pero desde el gobierno solo colocaron como precaución un endeble techito de chapa sobre la vereda por eventuales caídas de mampostería. ¿Vamos a esperar que el bloque que se va a desprender mate a alguien o se tomarán las medidas necesarias? ¿Cómo es posible que hagan trabajar a nuestros policías en condiciones infrahumanas, teniendo que tener consigo desodorantes de ambiente para poder tapar los olores cloacales, en un edificio que debería estar cerrado hace 30 años? Otro inconveniente que genera la comisaría es que estacionan frente al edificio, y hasta en 3 hileras paralelas, una enorme cantidad de vehículos chocados. Muchos quedaron abandonados meses y hasta años con ventanas y parabrisas rotos, juntando suciedad y creando un espantoso ambiente urbano coronado por los olores cloacales. Este edificio tiene un enorme valor patrimonial, al menos su bella fachada, que debe salvarse del inminente colapso; su interior debe ser demolido completamente y se debería construir una comisaría moderna y acorde a nuestros tiempos (esperemos no usen de modelo el desastroso ejemplo de la comisaría Primera), para demostrar que los tucumanos valoramos al menos un poquito el importante rol que cumplen las fuerzas de seguridad. O el que debería cumplir.

Leonardo Bercovich Sisack 

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