Javier Milei es considerado tanto por sus fanáticos como por sus detractores un “outsider de la política”. Esta característica que es considerada su mayor atributo por algunos y preocupante por otros deviene en la aplicación de una estrategia comunicacional original, nunca antes vista en un funcionario de alto nivel en la historia de nuestro país.

Ayer, el presidente reposteó un tuit formulado por Joaquín de la Torre, senador bonaerense de Juntos por el Cambio, que arremetía contra Miguel Angel Pichetto y el sector del radicalismo que mantiene discrepancias con la ley ómnibus. “Lo que en realidad quieren los diputados del ‘bloque extorsión’ es seguir viviendo del negocio de la política. No tuvieron problema en darle facultades extraordinarias a CFK, Alberto y Kicillof. Siempre estuvieron cómodos con el modelo progre y estatista”, expresaba el parlamentario en la red “X” (ex Twitter).

Teniendo en cuenta la baja representatividad que tiene La Libertad Avanza en el Congreso y la necesidad de apoyo por parte de los gobernadores para que el mega proyecto de ley pueda ser aprobado, ciertos sectores se sorprendieron al ver la declaración del economista libertario. Sin embargo, según analistas políticos consultados por LA GACETA estas manifestaciones son algunas de las tácticas del Gobierno nacional para contentar a su base electoral y poder generar gobernabilidad.

“La postura del presidente en ningún momento se caracterizó por ser complaciente en relación a las demandas, está dentro de la línea de estrategia general”, explicó la especialista Analía del Franco en relación al tuit. “Quizás en algunos casos se le va la mano, se dejó trascender el comentario sobre dejar a las provincias sin un peso, que no debería haber salido a la luz”, agregó haciendo referencia a una afirmación que supuestamente habría realizado Javier Milei en el marco de una reunión de gabinete y que fue difundido a la prensa.

Sobre la relación con los mandatarios de las provincias la politóloga analizó: “es un ‘trade off’, una negociación, los gobernadores no pueden imponerse por sí mismos, el que tiene la lapicera sigue siendo el presidente. Es una situación complicada para los dos lados”, opinó.

“La relación entre el gobierno y los gobernadores es tan conflictiva porque la torta para repartir se achicó. Y esa misma escasez se enmarca, por ahora, en una disputa propuesta por Milei y su equipo: o estás con el cambio, o sos parte del problema”, afirmó Gabriel Garat.

Según el analista las decisiones difíciles que toma la dirigencia, en estos momentos donde escasean los recursos, se deben legitimar tanto en el fuero interno de la política como para con la opinión pública. “Puertas adentro, la necesidad de los gobernadores puede ser entendida por la dirigencia media (intendentes, legisladores, etc) y llegar a posturas consensuadas, por la necesidad de la gestión y la inmediatez de la relación con sus votantes, por eso gobernadores como Osvaldo Jaldo llegan a pedir a sus diputados que firmen el dictamen de mayoría de la ley ómnibus. Y para el afuera, la cosa está más difícil, porque Milei propone una nueva forma de relación entre representantes y representados: quiere algo directo, sin mediación, sin actores locales como diputados o gobernadores”, destacó.

El discurso

Para la consultora en Comunicación Política y conversación pública digital, Viviana Isasi, el Gobierno nacional decide equilibrar el discurso rígido que lo caracteriza junto con el diálogo político. “Por un lado tenemos un perfil que viene marcando el presidente que tiene que ver con cuidar a su electorado fiel, eso hace para el afuera, en lo mediático; pero por detrás usa las herramientas de la democracia. La ley ómnibus terminó siendo una ley que sufrió el desguace de un montón de artículos. Una cosa es el perfil disruptivo, muy relacionado al cambio profundo y otra cosa es la política real”, reflexionó.

La integrante de la Red de Politólogas de Latinoamérica invita a analizar el poder que tienen los gobernadores luego de la reforma constitucional de 1994, que estableció el actual régimen de coparticipación. “En lo macroeconómico la cuenta la paga el presidente, pero tiene a su cargo solamente 50% del presupuesto y el resto es de los gobernadores. Es por esto que es necesaria la existencia de un consenso, si todos se ponen intransigentes es inviable gobernar”, enfatizó.

Los cortocircuitos entre el Presidente y los gobernadores se han convertido en moneda corriente, aún con los denominados dialoguistas. El lunes último, en el CFI, el ofrecimiento de la distribución del 30% del impuesto PAIS acercó posiciones con el ala dialoguista para llevar la Ley Bases al recinto. Sin embargo, ayer el vocero presidencial, Manuel Adorni, ratificó que el Gobierno no coparticipará con las provincias ese impuesto. “Jamás existió en la conversación la coparticipación del impuesto PAIS”, respondió Adorni a una consulta recibida en su habitual conferencia de prensa matutina en Casa Rosada.

Desestimación

Tal como lo había hecho la Oficina del Presidente, el Gobierno desestimó así que se hubiera comprometido con un grupo de gobernadores coparticipar los fondos obtenidos por el tributo, que tiene una alícuota del 30% sobre las transacciones con moneda extranjera en el mercado minorista. Esa versión surgió tras la reunión que gobernadores de Juntos por el Cambio y diputados de los bloques opositores más cercanos al gobierno tuvieron este lunes con funcionarios del Gobierno nacional, entre ellos el ministro del Interior, Guillermo Francos, para encontrar acuerdos ante el debate del proyecto de ley “Bases” en Diputados.

Adorni indicó que antes de la conferencia de prensa se había reunido con el ministro Francos para evaluar el resultado del encuentro con los gobernadores.

“Lo que los medios (de comunicación) levantaron del impuesto PAIS, no solo que no se habló en la reunión, sino que no está en discusión. Fueron versiones que, por alguna misteriosa razón, llegaron a los medios y que revisten de total falsedad”, aseguró. Recordó que el viernes el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que se retiraba del proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” el paquete fiscal, por lo cual el abordaje de los planteos tributarios quedó para otro momento. (Producción periodística de Luz Rapisarda)