Un grupo de jubilados, con Luis Arroyo (presidente de la Asociación de Jubilados del Este) a la cabeza, pidió participar de la discusión sobre la fórmula de movilidad. Demandan una emergencia humanitaria.

La asociación “Abuelos de la Patria” solicitó, a través de un comunicado de prensa, una mayor participación en la toma de decisiones y exigieron a los parlamentarios que “defiendan sus intereses”.

“Ante la situación de emergencia humanitaria que están atravesando los jubilados, a los cuales le han pulverizado el poder adquisitivo, exigimos: a los nueve diputados y tres senadores nacionales por Tucumán que trasladen esta exigencia de aumento de emergencia para todos los jubilados; sin discriminación”, demanda el comunicado.

Luego, reclama que “ninguno de los 257 diputados y 75 senadores se apiada de las pérdidas escandalosas que padecen los adultos mayores”. “Queremos participar de la discusión. Ustedes están para legislar a favor del pueblo, no para arruinarnos la vida”, reprocharon los jubilados en el tramo final del texto.

Luis Arroyo contó a LA GACETA que, aprovechando la postergación de la sesión extraordinaria en la cámara de diputados para el día de mañana, pretenden que en el recinto se hable de la “desesperada situación que sufren los jubilados” como consecuencia de “gobiernos que no estuvieron a la altura y deterioraron sus ingresos”. Además, cree necesario y fundamental que exista el diálogo entre legisladores y representantes de los adultos mayores para consensuar una fórmula previsional que no pierda contra la inflación.

La peor crisis

Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad y presidente de la Sociedad Interamericana de Gerontología y Geriatría (SIGG), asegura a través de un informe que los jubilados “se encuentran en la peor crisis de su historia”.

Crítico con Javier Milei y Alberto Fernández, Semino ve el deterioro adquisitivo como algo que “el gobierno necesita para garantizar el ajuste, siendo una continuidad del gobierno anterior”.

En su análisis, reclama que entre marzo y diciembre los jubilados cobrarán el mismo monto, mientras la inflación acumulada de los tres meses rondará el 70% y el aumento girará en torno al 35%; esto representaría una pérdida significativa en los haberes jubilatorios. “El bono es la parte de la jubilación que el gobierno no necesita de un permiso para ajustar. Esa compensación se la dan solo a las mínimas, pero todas las jubilaciones –al perder tanto- se están convirtiendo en mínimas”, asegura el analista

“La inflación del 211,4% del año pasado y los reajustes de un 140%, sumados al incremento de 300% en remedios y el valor de $500.000 de la Canasta Básica ameritan el uso del Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS), más algunos recursos adicionales del Estado, para rescatar a siete millones de jubilados y pensionados que sufren una crisis humanitaria”, sugirió el defensor de la tercera edad.