“Judith, me han asaltado, estoy muy golpeado”, ese fue el audio que, con su último aliento, Enrique Fernando Soria (60 años) le envió a una de sus hijas. El sábado a la noche el hombre fue atacado a golpes en Olleros al 600, casi en la esquina con calle Buenos Aires, en Villa Amalia, por dos hombres que le robaron la moto. Este es el segundo homicidio que se registra en el mes por el robo de una motocicleta.
Los tres hijos de Soria dejaron todo y corrieron a ver a su padre. La primera en llegar fue Elizabeth Soria. “Logré verlo en sus últimos momentos, él me vio y comenzó a descompensarse. No podía decir nada más que ‘ay, ay’, por el dolor”, le dijo la mujer a LA GACETA durante el velorio. Sus hermanos arribaron a la esquina unos minutos después. “Cuando llegué ya estaba inconsciente, no pude despedirme de papá”, señaló Judith Soria, destrozada por recordar el momento.
Todo por una moto
El viernes a las 22 Soria salió en su moto Honda Wave negra para dejar unas cosas en casa de su hija Elizabeth, que vive a un par de cuadras. Cuando regresaba a casa de Olleros al 600, aproximadamente a las 10.30, fue interceptado por dos motochorros que lo embistieron y derribaron de la moto.
“A pesar de que mi papá rogó, lloró e imploró que no le pegaran, lo golpearon igual y le quitaron la moto. Hubo vecinos que quisieron salir de sus casas para intervenir y no pudieron hacerlo porque los ladrones llevaban armas”, contó Javier Soria.
Luego de que los delincuentes huyeron con ambas motos, los vecinos salieron a auxiliar a Soria. Cuando sus hijas llegaron, una mujer las ayudó y llevó en su auto al sexagenario al hospital Padilla. “Sufrió un ACV y muerte cerebral, el domingo finalmente falleció por un paro cardíaco”, confirmó Javier.
Las cámaras de seguridad de algunos vecinos captaron a los sospechosos, que habían llegado a la escena en una moto roja por calle Buenos Aires. El caso está en manos del fiscal de Homicidios Ignacio López Bustos.
Próximo a jubilarse
“Fue un padre excelente, el pilar de esta familia. Hoy tengo que ser fuerte por mi mamá, mis hermanas y por mi abuela, que hoy está velando a su hijo, pero la realidad es que estoy destrozado. Solo quiero justicia, mi papá no se merecía esto”, describió Javier.
El hombre contó que su padre trabajó por 40 años en una fábrica textil y que estaba próximo a jubilarse. Tuvo tres hijos, que le dieron tres nietos. A su edad, su mayor hobby luego del trabajo era ir a ver a esos tres niños.
“Él se aferraba a la vida, sufría diabetes y se salvó de perder el pie. Desde entonces cuidaba su dieta y estaba mucho mejor de salud”, aseguró la viuda, Lucía del Carmen Rodríguez, que lo ayudaba a mejorar su alimentación tras el percance.
Zona insegura
“¿Qué le voy a decir de la inseguridad? Acá nunca cambia nada. Lamentablemente no me sorprende lo que le pasó a este hombre. Es algo de todos los días”, lamentó Marta Gómez, vecina de Chacabuco al 2.100.
Antonio Toloza agregó que a menudo los delincuentes que los atacan enfilan a toda velocidad por Olleros hacia el este, en dirección a San Cayetano. “Cerca de las vías tienen las guaridas y ahí se esconden esas ‘basuras’. No es la primera vez que matan por tan poca cosa en este barrio, acuérdese del crimen del bollero (Juan Pedro) González por ejemplo”, indicó.
Judith, la hija de la víctima, también se quejó de la inseguridad con la que conviven en Villa Amalia. “Es cada vez peor. Mientras lo trasladábamos a mi papá al hospital vimos otro asalto en Buenos Aires y Magallanes”, recordó la mujer. “A la esquina donde golpearon a mi papá nunca llegó el móvil de la Policía, los vecinos me dicen que dos patrulleros de la Motorizada aparecieron varios minutos después de que nos fuimos al hospital”, contó.
En San Cayetano
El crimen de Soria se convirtió en el segundo homicidio registrado en la provincia en lo que va del año que tiene como factor común el robo de una motocicleta.
El domingo 14 de enero a las 21, el suboficial Carlos Gerardo Alcaraz y su esposa regresaban a casa a bordo de una moto. El efectivo se detuvo frente a una despensa de pasaje Díaz Vélez 2.900, en San Cayetano, allí la mujer bajó para hacer unas compras. Según la investigación, en ese momento, mientras esperaba en la calle, Alcaraz fue interceptado por dos personas que intentaron robarle la moto Zanella ZB 110 en la que se movilizaba.
El efectivo sacó su arma reglamentaria para defenderse y se desató un tiroteo en el cual fue abatido Alexis Maximiliano Jiménez (24 años), que sería una de las personas que quería asaltar Alcaraz. Al igual que Jiménez, el uniformado recibió un disparo en el tórax y fue trasladado de urgencia al hospital Padilla.
Por el hecho el fiscal Carlos Sale, que estaba a cargo de la fiscalía de Homicidios de Feria, imputó a un adolescente que habría actuado junto con Jiménez en la emboscada. Se ordenó que el menor fuera alojado en el Instituto Roca mientras avanza la causa.
Otros casos: asaltaron a una motociclista en San Cayetano y a otro en el sur de la ciudad
Un hombre fue interceptado en barrio Manantial Sur por dos motochorros que se movilizaban en una CG New. Si bien no lograron herirlo, los agresores habrían realizado disparos en contra de la víctima para robarle su moto Corven, luego escaparon por calle William Bliss.
Personal de la seccional 15ª se presentaron en el lugar y tomaron los datos del vehículo para advertir a todas las unidades del 911, pero “la víctima no realizó denuncia ya que manifestó que la buscaría (por su cuenta) y que a posterior realizaría denuncia al respecto”, indicó el comunicado policial.
Por otro lado, una mujer conducía una motocicleta Honda Wave 110cc. color blanca por Av. Papa Francisco cuando fue interceptada a la altura de la rotonda de San Cayetano (cruce con Pedro Aráoz) por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta Honda Tornado. Los agresores le sustrajeron el celular y cuando se daban a la fuga le hicieron perder el control del rodado, provocando que cayera pesadamente al asfalto y sufriera lesiones de relevancia. Se llevaron su moto. La mujer fue acompañada hasta la seccional 4ª, donde denunció el hecho y desde donde la trasladaron en un vehículo particular al hospital Padilla para que recibiera asistencia.