Un apodo repetido y también el miedo se instalaron en el expediente por el último homicidio registrado en el barrio Oeste II. Santiago “Cara i’ Gota” Villafañe volvió a quedar en la mira de los investigadores por un crimen. Por segunda vez en menos de un año, testigos temerosos lo señalaron como la persona que entregó un arma para que un tercero produjera una muerte.
El miércoles, Braian “Chiripa” Vélez (23), fue asesinado de un disparo por Mauro Segura. La víctima estaría vinculada a Javier “Chuky” Casanova, mientras que el homicida, a “Cara i’ Gota”. Los vecinos sostienen que esta muerte está vinculada al enfrentamiento que mantienen ambos grupos. Algunos dicen que es por el dominio territorial para vender drogas, otros porque Villafañe se habría transformado en un “batecana”, es decir, en informante de la Policía para recibir algunos beneficios.
“Pueden decir lo que quieran, pero desde hace años que estas porquerías arruinaron la vida del barrio. Ya es hora de que los saquen a todos porque las muertes no van a terminar nunca. Estamos hartos de lo que pasa”, señaló Juana, ama de casa que habló despacio para que sus palabras no fueran escuchadas por los oídos delatores.
“Necesitamos tiempo para reunir más información. Tenemos numerosos testimonios que dan cuenta que hubo un tiroteo previo”, argumentó el auxiliar Fernando Isa, siguiendo las instrucciones del fiscal Ignacio López Bustos, en la audiencia en la que le dictaron la prisión preventiva a Segura, acusado de homicidio agravado.
La fiscalía, en base al trabajo realizado por el personal de Homicidios que actuó bajo las órdenes de los comisarios Susana Montero, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, está tratando de confirmar una versión. Al parecer, para saldar una deuda que tenía con “Chuky”, “Chiripa” aceptó balear la casa del supuesto homicida. Este le habría contado la situación a “Cara i’ Gota” que decidió ayudarlo para que concretara su venganza facilitando la pistola nueve milímetros que utilizó y de paso demostraría quién manda en ese territorio.
Otra venganza
El Barrio Oeste II es un complejo de departamentos que fue construido por el Estado para familias de clase media. “Ya casi no queda gente originaria. Casi todos vendieron sus propiedades o las perdieron porque no pudieron sacar a los inquilinos. Preferían entregarlas antes de tener problemas con la gente. Es que aquí las drogas hicieron estragos”, cuenta Don Juan, un hombre que disfruta de su jubilación sentado en un banco. “Estos basuras están todo el día buscándose”, añadió.
Al menos cinco homicidios se registraron en los últimos cuatro años en ese barrio. El último, también estuvo enmarcado en un plan de venganza. En noviembre de 2022, Daniel “Fierrito” Luna fue asesinado a balazos por los hermanos Matías y Luciano Sosa y el menor de edad I.A.V.
Según la investigación, la víctima habría sido uno de los soldaditos (personas que trabajan para un transa) que se presentaron en su casa para golpearlos y amenazarlos con matarlos si es que seguían asaltando a las personas que iban a comprar a los quioscos de “Cara i’ Gota”. Esa fue la razón por la que los acusados fueron a cobrarse revancha y se produjo el mortal enfrentamiento.
El fiscal Carlos Sale tenía direccionado el expediente hasta que se presentó Daiana Kermes, la pareja de “Fierrito”. Por su testimonio, se cambió la teoría del caso. La joven, que está vinculada familiarmente a los acusados dijo que “Cara i’ Gota” había entregado las armas que se usaron en el enfrentamiento y que había participado en el homicidio, por lo que Villafañe quedó involucrado en la causa.
“Los vecinos tienen mucho miedo de declarar. Saben que pueden recibir algún tipo de represalia y nos avisaron que sólo lo harán si es que se les garantiza protección”, explicó el auxiliar Isa en la audiencia en contra de Segura. En la memoria de los residentes del Oeste II está latente un cruento ataque. A Kermes, meses después de haber ofrecido su revelador testimonio, la esposa de “Cara i’ Gota” y otra mujer le cortaron el rostro mientras realizaba unas compras.
La caída
El fiscal Sale logró que un juez pidiera la detención de Villafañe por este caso. Lograron atraparlo en el estadio de San Martín, cuando intentaba ingresar al estadio de La Ciudadela para alentar a San Martín. No hubo problemas en el operativo, pero sí se registró una situación insólita. Habría ofrecido una importante cifra para que le hicieran un favor y su situación procesal no se agravara aún más. (Ver aparte)
Pero más allá de este incidente, la auxiliar Luz Becerra, con instrucciones de Sale, consiguió que un juez le dictara la prisión preventiva por tres meses al considerar que también estuvo involucrado en el homicidio de “Fierrito”.
Sin embargo, sus defensores lograron en impugnación que le otorgaran la libertad, pero sigue ligado al proceso que se abrió por el crimen y espera ser enjuiciado.
“Parece que siempre seré el responsable de todo lo que pasa en el barrio”, declaró Villafañe en una audiencia. Sus defensores y allegados sostienen que él es blanco de falsas denuncias por parte de la gente de “Chuky”.
“Lo quieren sacar del camino. Hasta hablan que es informante de la Policía. Que pasa datos para que él pueda hacer la suya”, finalizó Juan Carlo, otro vecino espantado por lo que sucede en el Oeste II.
“Entiendo que desde hace tiempo se encendió una alerta en ese barrio. Se vienen suscitando hechos de violencia con un denominador común: el mismo actor”, opinó Ernesto García Biagosch, defensor de los acusados del crimen de “Fierrito”.
“El testimonio de Kermes fue clave para desnudar el comportamiento de Villafañe en estos últimos tiempos. Consiste en manipular testigos y amenazarlos para que cuenten lo que a él le conviene. Ella llevará una marca toda su vida por haberse atrevido a contar la verdad”, añadió.
El profesional indicó que los hermanos Sosa, después del crimen, se fueron del barrio después del crimen. “No fue la solución porque los problemas continúan y en todas las investigaciones surge el mismo persona: ‘Cara i’ Gota”, finalizó.
Tensa espera: “Los celulares hablan”, dijo un investigador sobre el teléfono de “Cara i’ Gota”
Homicidios detuvo a Santiago “Cara i’ Gota” Villafañe en un sorpresivo operativo realizado en el estadio de La Ciudadela en junio pasado. El sospechoso, que es integrante de “La banda del Barrio Oeste II”, una de las facciones de la barra brava de San Martín, poco pudo hacer para evitar su detención.
Al poco tiempo de ser alojado en una dependencia policial, sus allegados se presentaron y les habrían ofrecido a los policías una importante suma de dinero para que le permitieran cambiar el celular que le habían secuestrado cuando fue detenido. Los policías no sólo documentaron esa situación, sino que además le informaron al fiscal Carlos Sale el incidente.
El representante del Ministerio Público ordenó que sea peritado, al sospechar que podría tener información valiosa sobre su presunta vinculación en la comercialización de droga en el barrio. “Los celulares hablan”, sostuvo un pesquisa cuando trascendió ese dato.
Sin embargo, los peritos se toparon con un problema: el celular no podía ser analizado porque contaba con un sistema de seguridad más avanzado. Meses atrás, el MPF adquirió la tecnología necesaria y pudo recuperar la información que había en su interior. Una vez que termine la feria judicial, se conocerán los detalles de la información que recolectaron.
Una versión: protección policial, el motivo por el que se habría producido la pelea entre las bandas
“Algo pasó entre ellos. Antes vivían los dos y no había ningún problema”, destacó Esteban Martínez, cuya novia vive en ese complejo de departamentos. De un lado se encuentra la gente que responde a Santiago “Cara i’ Gota Villafañe, y por el otro, los que están alineados detrás de Javier “Chuky” Villafañe. “Antes no había problema, hasta jugaban a la pelota juntos”, añadió el joven que dijo saber la interna por los comentarios de los familiares de su pareja.
Testimonios de vecinos que declararon con protección y que fueron plasmados en el expediente dan cuenta que las diferencias entre ambos grupos estaría originada por una disputa territorial por la venta de droga. “¿Quiere que termine como ‘Fierrito’? Lo único que puedo decir es que aquí corre mucha droga. No sólo los chicos del barrio, sino un montón de gente que viene de afuera a comprar”, explicó Mario.
En el Oeste II no tienen dudas de que el crimen de Daniel “Fierrito” Luna marcó un antes y un después. No porque se haya tratado de un enfrentamiento, sino por lo que sucedió después. “En la calle cuenta que ‘Cara i’ Gota’ acordó con la Policía. Le daba cierta información contra ‘Chuky’a cambio de que él no dijera nada”, explicó Mariano.
“No vamos a esperar que haya una denuncia formal sobre este tema. Vamos a iniciar una investigación para confirmar o descartar esta versión”, aseguró el jefe de Policía Joaquín Girveau. “Como ya nos ordenó el gobernador (Osvaldo) Jaldo y el ministro de Seguridad (Eugenio) Agüero Gamboa que persigamos al personal que esté actuando fuera de la ley. Estamos convencidos que esta gente no puede lucir este uniforme”, finalizó el titular de la fuerza.
El crimen de “Fierrito”: un caso polémico que dejó mucha tela por cortar y más dudas que certezas
“La muerte de ‘Fierrito’ Luna cambió todo. Fue tan grande el lío que nada es igual. Los videos que se viralizaron después de la última muerte, en la que se ve peleando a varias personas, pasa casi todos los día acá”, aseguró Jimena, una de las tantas vecinas que sólo aceptó hablar si es que su identidad se mantenía en reserva.
En un principio, el fiscal Carlos Sale había decidido acusar a los hermanos Matías y Luciano Sosa y al adolescente I.A.V de homicidio agravado. Sin embargo, el defensor de los hermanos Ernesto García Biagosch logró que se cambiara la calificación a homicidio en riña por el testimonio de Daiana Kermes, pareja de la víctima.
“Ella dijo cualquiera con tal de salvarlo a ellos. En el barrio siempre se dijo que ‘Cara i’ Gota’ hasta le puso un abogado para que la muerte de ‘Fierrito’no quedara impune”, agregó Mario, un joven que estaba sentado en una esquina del barrio.
Lo cierto es que Kermes asumió el rol de querellante, pero después terminó renunciando porque, según confiaron fuentes judiciales, habría sido amenazada. Pese a ello, la joven testificó en contra de “Cara i’Gota”. No sólo lo señaló como la persona que le entregó el arma a los Sosa, sino que además indicó que habría participado en el enfrentamiento, por lo que quedó procesado. La mujer sufrió las consecuencias de haber cambiado su declaración. En abril pasado estaba en un drugstore cuando fue atacada por la esposa de “Cara i’ Gota”. Le hicieron 20 puntos en el rostro por el corte que sufrió. En un juicio abreviado, Mauricio Sosa fue condenado a tres años y seis meses (cerró otra causa que tenía pendiente) y Luciano a tres de cumplimiento condicional y el menor fue sobreseído. En tanto que continúa en trámite la causa de agresión. en la que están acusadas Agustina Olivera (esposa de “Cara i’Gota”) y Camila Rodríguez.