El 1 de diciembre, cerca de las 17, J.E.V. estacionó su camioneta VW Amarok en calle Salas y Valdez al 300, Yerba Buena, y bajó a realizar unas compras, dejando la llave del rodado colocada. Dos sujetos observaron la situación. Uno de ellos se subió al vehículo y huyó del lugar, llevándose también tarjetas de crédito, una escopeta, un revólver, una agenda con chequera y la suma de $ 400.000.

Personal de Robos y Hurtos, al mando de los comisarios Marcos Morante, Diego Bernachi y Miguel Carabajal investigaron el caso. Analizaron las cámaras de seguridad y descubrieron cuál había sido la camioneta que utilizó uno de los delincuentes que participó en el hecho. Hicieron un seguimiento más minucioso e identificaron como autor del robo a Eduardo “Pichín” Murga. Solicitaron una orden judicial y lograron detenerlo.

El fiscal Diego López Ávila, después de haber explicado la teoría del caso y presentado todas las evidencias que había reunido en su contra, acusó a Murga de hurto de vehículo agravado y logró que un juez le dictara la prisión preventiva por dos meses. Pero la pesquisa no terminó ahí. Los policías comenzaron a analizar los caminos que tomaron los delincuentes con el vehículo que habían sustraído. Siguieron una línea y sospecharon que la podría haber escondido en una vivienda del sur de la capital. Con una orden de allanamiento, se presentaron en un domicilio de 9 de Julio al 3.8000 y, además de encontrar la Amarok, secuestraron varios elementos de motos que podrían haber sido desarmadas para su posterior venta.

El vehículo estaba a cuidado de una mujer que fue acusada de encubrimiento. Habría aceptado esconderla en su propiedad a cambio de una suma de dinero que no fue determinada hasta el momento. No trascendió cuál fue la suerte procesal de la acusada.

“Estas bandas tienen todo organizado. Saben cómo y cuándo robar y después buscan un lugar para esconderla hasta que logran venderla o la llevan a otra provincia. No descartamos que la otra alternativa es que la cambien por drogas para luego revenderla en la provincia”, comentó un pesquisa.

“Pichín” tiene antecedentes por este tipo de robo. Según una fuente judicial, en ese hecho habría contado con la colaboración de dos cordobeses que huyeron de la provincia después de haber concretado ese golpe. Los pesquisas no descarta que siga utilizando esos contactos para continuar en actividad desde su lugar de detención. “Estas personas aprovechan su momento y no paran más”, explicó un veterano investigador.