Pablo Hernández fue una de las grandes sorpresas del mercado de pases de San Martín. Por su jerarquía y experiencia, el volante tiene el objetivo claro: “Quiero ser algo importante para el club”, anticipa, mientras reconoce que todavía está en un proceso de puesta a punto para llegar de la mejor manera al debut frente a Gimnasia de Jujuy en la Primera Nacional.
Para “Tucu”, jugar en el “santo” es cumplir un “sueño pendiente”. “Para mí, San Martín siempre fue todo. De chico, siempre fue hincha del club. Todo tucumano cuando nace, quiere jugar en un club grande de la provincia y siempre fue mi deseo estar”, dice. “Ya cuando me había retirado y me había despedido de O’Higgins, y justo vino el llamado de San Martín”, añade.
Frente a este llamado, el mediocampista no dudó en aceptar la propuesta del club. “No había mucho que pensar. Aunque sabía que iba a ser un proceso largo porque me había retirado hace dos meses. Para todo jugador, estar parado hace que sea difícil empezar. Estoy dando lo mejor para llegar a punto”, reconoce.
Si bien reconoce que se encuentra “ilusionado” con el plantel, asegura que deben mantener los pies sobre la tierra para lograr los objetivos planteados. “Es un torneo largo. La gente se ilusiona con el grupo que se está armando, pero es un camino largo. Las cosas van a llegar de a poco. Lo que menos te da el fútbol es tiempo y paciencia. Pero vamos a dar todo lo posible para lograr el objetivo”, explica.
Por último, dejó en claro que se encuentra “ansioso” por jugar en La Ciudadela. “Estoy muy ilusionado. Son sentimientos que solo se van a explicar cuando esté dentro de la cancha”, cerró en referencia al amistoso con Gimnasia y Tiro de Salta.