“Aparentemente estaba muy bien de salud. Era un chico sano, comía bien, era profesor de Educación Física y deportista. Estamos conmocionados, nadie se esperaba algo parecido”, indicó Orlando Domínguez, el presidente del club Universitario de Salta, donde hasta el año pasado Andrés Rodríguez Bonazzi jugaba al rugby. El ex jugador, de 36 años, falleció el martes de un paro respiratorio en un hospital. Había ingresado al Centro de Salud el 20 de enero por una intoxicación.
En el nosocomio el diagnóstico fue preservado y entregado exclusivamente a la Justicia, pero lo concreto es que el fiscal Ignacio López Bustos investiga la posibilidad de que Rodríguez Bonazzi haya muerto por la ingesta de éxtasis durante una fiesta electrónica.
Si la teoría fiscal se confirma, se trataría de la segunda muerte provocada por el consumo de esta droga sintética en apenas una semana. El 13 de enero, en Mar del Plata, la nutricionista Florencia Yturrioz (26 años) fue internada tras asistir a un festival de electrónica en la zona del faro. La joven volvió a su departamento y se descompuso, sus amigas la llevaron al hospital donde falleció el domingo 15. El informe toxicológico y la autopsia confirmaron una sobredosis de éxtasis. Por otro lado, este fin de semana se registraron cuatro casos de personas intoxicadas -aunque fuera de peligro- por haber ingerido esa droga en un fiestas del mismo estilo musical.
En principio, el caso de Rodríguez Bonazzi no se trataría de una sobredosis. López Bustos ordenó realizar una autopsia que determinó que la causa de muerte fue una infección pulmonar. Sin embargo, el investigador ordenó además que se realizara un estudio más profundo para confirmar la presencia de esa sustancia y sí la infección que causó la muerte podría haber derivado del consumo.
“Lo que teníamos entendido es que Andrés fue a una fiesta electrónica en Tucumán y que luego, cuando dormía, sufrió una pancreatitis aguda. Eso es lo que se decía aquí y que a raíz de eso tuvo complicaciones y sufrió un paro respiratorio”, explicó Domínguez, asombrado al enterarse de que la Justicia investiga si la muerte provino del consumo de una sustancia prohibida. “Veo muy difícil la posibilidad de que voluntariamente él haya ingerido algo extraño. Reitero que era un tipo muy sano, no se lo veía ni tomar alcohol, hasta se cuidaba de lo que comía porque incluso hacía físicoculturismo”, agregó. El dirigente recordó con gran cariño al ex jugador (ver nota aparte).
La fiesta a la que concurrió Rodríguez Bonazzi se realizó en el club Central Córdoba. El presidente del club, Rubén Urueña (h), se solidarizó con la familia del deportista salteño y aclaró que el club fue alquilado para un evento tercerizado, que habría sido organizado por Nicolás Auteri. Este último no atendió las llamadas de LA GACETA ni respondió a los mensajes.
“Es terrible la muerte de este chico, leí en LA GACETA las hipótesis que se manejan, pero en realidad no tengo conocimiento de qué pudo pasar. Sí tengo que aclarar algo: no hay forma de que el club venda algo así (por el éxtasis), más allá de que haya sido un evento tercerizado, no permitiríamos la venta de algo ilegal”, indicó Urueña, que destacó además que en cualquier evento siempre hay controles y se contrata seguridad. “Es algo muy triste lo que ocurrió, creo que ahora corresponde esperar que la investigación ayude a esclarecer lo que causó esta muerte tan repentina para una familia”, agregó.
Diagnóstico bajo llaves
En el Centro de Salud indicaron que, ante la sensibilidad del caso, la directora Karina Loto resolvió que no se informara detalles sobre el diagnóstico por una cuestión de secreto profesional. “Toda la información fue aportada a la Justicia que la solicitó para abrir una investigación”, señaló una fuente del hospital.
La misma persona indicó desconocer los detalles de los exámenes médicos que se practicaron en los últimos días, pero reconoció que, si se confirma que la muerte tuvo que ver con la ingesta de éxtasis, se trataría de un caso pocas veces visto. “Sí es habitual recibir a gente intoxicada por la ingesta de alcohol tras una fiesta, pero por éxtasis particularmente no vi nunca”, concluyó.
Lligado al deporte: “Lo voy a recordar como un gran colaborador, al igual que los chicos de su camada”
“Lo voy a recordar como un chico que siempre fue colaborador del club y de sus amigos, al igual que su camada de jugadores. Eso creo que se vio reflejado también cuando nos enteramos de su fallecimiento: el club abrió una colecta para costear el traslado del cuerpo a Salta y en tres horas ya habíamos conseguido los fondos necesarios. Esta tragedia nos golpeo a todos, sus amigos de toda la vida están destrozados”, explicó Orlando Domínguez, el presidente de Universitario de Salta, donde jugaba Andrés Rodríguez Bonazzi (26 años).
A pesar de había dejado de jugar al rugby con la primera el año pasado, Rodríguez Bonazzi seguía ligado a su club y semanas atrás había acordado con la dirigencia para incorporarse como preparador físico de una de las divisiones formativas.
El muchacho era profesor de Educación Física. Además, según recuerdan sus amigos, tras el retiro, había intensificado sus visitas al gimnasio y el cuidado alimenticio porque incluso hacía fisicoculturismo. En Salta lo esperaban sus padres, pero su muerte fue tan sorpresiva como la de Florencia Yturrioz, quien era nutricionista y también llevaba una vida ligada al deporte.