El segundo amistoso de pretemporada de Inter Miami no dejó un resultado positivo para el equipo de Lionel Messi que perdió por la mínima diferencia ante FC Dallas, en Texas, Estados Unidos. La actuación del mejor jugador del mundo fue muy aceptable: se lo vio activo todo el tiempo, mostró su habitual talento con habilitaciones y pases que generaron peligro y hasta se ocupó de rivales y simpatizantes que le pidieron fotos.
Un mix de situaciones que demuestran que Messi está concentrado en que su equipo pueda conseguir su primer título en la Major League Soccer (MLS). Jesús Ferreira, colombiano nacionalizado estadounidense, fue el autor del gol apenas comenzó el juego. Eso encendió a Messi que, tres minutos después, intentó marcar un gol olímpico, la única modalidad de conquista que el campeón del mundo no pudo concretar en toda su carrera. La acción del rosarino hizo que el arquero Maarten Paes realizara una maniobra espectacular.
También Messi generó algunas cosas sin pelota de por medio, incluso fuera del campo de juego. Cuando se iba a los vestuarios tuvo un cruce con el capitán del equipo texano, Nkosi Tafari. Muy enojado, una actitud poco habitual en él, dialogó apasionadamente con el jugador hasta que se separaron camino a los vestidores.
Otro gesto singular de Messi fue el que reveló el rumano-canadiense Enes Sali. El futbolista de 17 años juega en FC Dallas, pero no fue convocado para el juego. Sali, formado en La Masía la academia juvenil de Barcelona de España donde Messi logró lo mejor en su carrera a nivel clubes, bajó para pedirle una foto a su ídolo. Lo consiguió a la par de un sonriente Messi que fue interceptado por él en uno de los túneles.