Una de las variables macroeconómicas que más preocupa a los argentinos es la inflación. El último dato de su crecimiento fue en diciembre, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) llegó a 25,5% y cerró en 211,4% en 2023. El presidente, Javier Milei, aspira a que los números de enero sean similares ya que “se frenó la máquina de emisión de dinero”.

El mandatario nacional planteó que enero es un mes complicado para la economía y que unas cifras similares a las de diciembre serían una buena señal. “Si a eso le agregás que tenemos un arrastre estadístico de por lo menos 10 puntos, replicar (en enero) el mismo número sería un muy buen dato; de ahí para abajo, sería todo para festejar”, dijo en declaraciones a Rock&Pop.

Además, aseguró que el Estado detuvo la emisión de dinero “para evitar una dinámica explosiva” en Argentina y lanzó críticas “al populismo, por el daño catastrófico que ha causado”. En cuanto a los salarios, Milei consideró: “Venimos de un proceso populista y cuando exacerbás el consumo y castigás el ahorro y la inversión, no tenés productividad y eso hace que haya sueldos miserables”.

Sobre una eventual salida del cepo al dólar, el jefe de Estado dijo: “Nosotros vamos a estabilizar la economía, en cuanto limpiemos el sobrante monetario y saneamos el Banco Central, vamos a liberar el mercado de cambios”.

Asimismo, minimizó el incremento de la brecha entre el dólar oficial y el “blue” y los financieros: “Había bajado muy rápido la brecha, esa es la realidad”, planteó. Y sobre los motivos de la suba de la brecha responsabilizó a las demoras de la oposición para tratar la ley ómnibus: “Está impactando que los políticos juegan a hacer sus picardías y defender sus tongos, están dispuestos a que el país reviente. No la ven por estar cegados ideológicamente y otros porque tienen tongos”.

Qué dicen los expertos

A partir de las declaraciones de Milei, profesionales especializados en economía analizaron el escenario inflacionario de Argentina. “La inflación seguirá bastante alta en los meses venideros. Por ahora, el dato de enero muestra cierta desaceleración con respecto a diciembre, por la caída de ventas; pero todavía hay que esperar porcentajes del 25%”, observó Eduardo Robinson.

El economista y docente universitario estimó que para el futuro se puede esperar incrementos en las tarifas de servicios públicos, acomodamiento de precios y otras cuestiones que dependerán de la suerte que corra la ley ómnibus en el Congreso de la Nación.

“Esto será clave para pensar en un plan B o acelerar reformas que contribuyan a ganar credibilidad. Pero el camino no es lineal; habrá que esperar un programa económico más preciso con objetivos más específicos”, agregó Robinson.

En tanto, Pablo Pero analizó que las medidas de Milei “son correctas” pero alertó que existen algunas imprecisiones. “Por ejemplo, la propuesta de subir impuestos a sectores que no pueden soportarlo, o cortar de cuajo con regímenes promocionales que vienen siendo promovidos consistentemente como política de Estado”, expresó.

Aunque también lanzó que podría tratarse de una táctica del Presidente. “No sé si es falta de conocimiento del gobierno o una estrategia para incomodar a todos los sectores y, a partir de allí, obligar a negociar retrotrayendo las propuestas insensatas a cambio de que los sectores acepten el resto de los cambios propuestos”, desarrolló Pero.

Otro punto que preocupa enormemente a los argentinos es el salario. El economista especuló que los sueldos de los trabajadores perderán contra la inflación “al menos dos meses más”. “Si todo sale bien, estimo que podrán empezar con la recuperación entre abril y junio”, soltó.

En tanto, consideró que un porcentaje inflacionario cercano al 25% sería “aceptable”; y mencionó un dato positivo: “Los datos de la tercera semana de enero muestran una gran disminución de la inflación. Por lo tanto, podemos esperar una baja en febrero”, alentó Pero.

El especialista estimó que en febrero debería haber una cifra al menos de la mitad de lo que resultará en enero. “El fogonazo inflacionario producto de la devaluación de diciembre está cediendo fuerte y, por otro lado, empezarán algunos aumentos de tarifa”, fundamentó.

También Miguel Palou respondió a las consultas de LA GACETA. El economista resumió: “La sensación es que hay muchas pelotas en el aire, con un ancla desde lo fiscal, un instrumento desde lo financiero y dos proyectos de ley que no terminan de señalar el camino, o al menos no desde lo económico”.

A su vez, explicó que no es que la inflación “baje” sino que “desacelera”. “Los precios tuvieron un overshoot y tienden a acomodarse. Hay todavía muchos precios por sincerar y las fuentes de emisión son persistentes; el escenario es claramente inflacionario”, dijo Palou.

Sin embargo, aseveró: “Sin duda la desaceleración sería una gran noticia, pero los argumentos y las perspectivas no son para celebrar. Menos pensando en lo nocivo y destructor que es tener una inflación proyectada a cuatro meses de 100%”.