“Juguemos concentrados, no regalemos ni un minuto. Estamos aquí por algo, carajo”. La arenga del plantel de San Pablo antes de ingresar al campo de juego era clara. El “paulistano” debía jugar con la mente fría y el corazón caliente un duelo que ya estaba desvirtuado por todo lo que había sucedido en la previa.

El partido empezó caliente como se preveía. Incluso, el primer tumulto se dio durante el saludo Fair Play, increíble. Alguna palabra de más, una mano que se apoyó cerca de la cara de un rival y comenzaron las discusiones. La historia estaba caldeada desde el domingo.

Talleres comenzó con algunas dudas y por eso sufrió algunos sofocones hasta que pudo abrir el marcador. Alfredo Teseyra se anticipó a todos y puso el 1-0 en la primera incursión local sobre el área de Maximiliano Flores.

Hasta ahí el partido de San Pablo había sido perfecto. Concentración, juego por las bandas y centros peligrosos al área de un Gastón Romero que se mostró seguro durante toda la tarde.

Ese gol de Teseyra rompió todos los esquemas de la visita. Fue un mazazo del que nunca se pudo reponer el equipo tucumano, que ya se había sentido perjudicado por la postergación del juego y que empezó a sospechar de todas las decisiones que tomaba la terna arbitral encabezada por Guido Medina, un juez con un “prontuario” que lo condena.

El catamarqueño tiene una larga lista de partidos con resultados polémicos y fue casi un abonado a los duelos que Güemes disputó cuando jugaba los torneos federales. Medina casi siempre favoreció al “gaucho” y esa era algo que hacía demasiado ruido en San Pablo.

Durante el primer tiempo, en el que hubo ocho offsides (y al menos la mitad fueron dudosos), la visita se dejó llevar por las pulsaciones y careció de ideas para descontar el 0-2 global que lo hubiera metido de nuevo en partido.

El complemento se desvirtuó antes de los cinco minutos. Aníbal Paz fue con vehemencia contra Marcelo Ares y Medina le mostró la roja. Si ya 11 contra 11 la historia estaba cuesta arriba por las suspicacias y por el resultado global, con inferioridad numérica y el apoyo de su gente, los “tallarines” mostraron su mejor versión. Aprovecharon cada contragolpe gracias a un Teseyra que estuvo intratable (anotó tres de los cuatro goles locales) y sentenciaron la historia.

El segundo tanto fue a los 11’, cuando del “9” bravo de la “T” capturó una pelota en la puerta del área y definió de media vuelta. Historia liquidada.

Aún quedaban 34 minutos por recorrer y, pese a la victoria 2-0 (3-0 en el global), la parcialidad local hostigó a los jugadores visitantes que terminaron respondiendo. El partido estuvo detenido durante casi 10 minutos, hasta que la policía brindó garantías.

Luego hubo tiempo para más goles y expulsiones. En una ráfaga Tallares se puso 4-0; mientras que Carlos Muro -el mejor del “paulistano”- hizo el gol del honor para una visita que terminó jugando con ocho por las expulsiones de Ezequiel Paz y Luciano Melto.

El sueño de San Pablo llegó a su fin. Con todo en contra, y perdiendo desde lo psicológico antes de saltar al campo, no pudo hacer nada. Ahora mirará desde afuera la final de la Región Norte que protagonizarán Talleres y Altos Hornos Zapla (Jujuy).