Salud, educación, producción industrial, seguridad, justicia, defensa, provisión de bienes y servicios, son todas áreas que serán fuertemente modificadas por una nueva tecnología genérica, la inteligencia artificial (IA). La IA es una tecnología genérica como la electricidad, o los tornillos. Y tanto como electricidad o tornillos cambiaron todo para siempre, otro tanto se espera de la IA.

¿Puede la IA acceder a las emociones y definir tu acceso al trabajo?

La IA puede ser pensada como una caja dentro de la cual existen millones de circuitos eléctricos miniaturizados con sus transistores, resistencias, y otros componentes, a través de los cuales circula corriente eléctrica controlada por procesadores. Son puertas que definen esta circulación en base a las instrucciones de la programación informática. Este es el hardware. En el caso de la IA, la programación informática define que se ejecuten una serie de algoritmos como redes neuronales, y otros, que someten la información de entrada al sistema, a una serie de cálculos estadísticos que establecen para cada entrada, la mejor opción de salida del sistema. La salida es lo que leo en el monitor, o la instrucción que recibe el volante del auto robotizado. Estos algoritmos toman información del mundo exterior, denominados datos, identifican patrones estadísticos, por ejemplo el precio promedio de una vivienda entre millones de precios de viviendas, y encuentran asociaciones con otros miles de millones de datos de otras fuentes, por ejemplo ubicación geográfica. En base a asociaciones estadísticas, determinan que un precio tal corresponde a una casa ubicada en tal barrio. Así es como Chat GPT habla, como el sistema diagnostica enfermedades, pronostica el tiempo, o controla la logística de un grupo de farmacias, para tomar ejemplos hoy funcionando en el mundo.

¿Cómo llegará al Norte?

De no hacerse nada, la IA literalmente invadirá el Norte argentino según las condiciones de otros. La IA requiere inversiones monstruosas en computadoras; de lo contrario los algoritmos no pueden ser ejecutados. Un pequeño algoritmo podría requerir dos o tres semanas de trabajo de una computadora habitual con dedicación exclusiva. Los proyectos de IA resuelven el mismo algoritmo y otros mucho más complejos en una fracción de segundo. Todo Sudamérica hoy, unida, sería incapaz de solventar un proyecto propio de IA. Por eso digo que la IA llegará al Norte argentino desde afuera; Imponiendo sus condiciones, sin relación alguna con nuestras prioridades, intereses, códigos de conducta, posibilidades, o necesidades. Y esta foraneidad tendrá consecuencias negativas para el Norte argentino por dos razones; o bien porque se aplique sin considerar la realidad social y económica de las provincias, o bien porque no se saque todo el enorme provecho que la IA podría traer para la sociedad.

“Loco por AMIE”, una herramienta de “película”

Un robot con la capacidad diagnóstica de los modelos de IA actuales, puesto en un hospital de alguna de nuestras provincias, en poco tiempo sería el sitio obligado de consulta. El proceso sería muy disruptivo porque sabrá más que todos los otros profesionales; hoy la IA resuelve los casos clínicos mejor que casi todo otro médico. Adoptaría un nombre con el cual manejarse como ya hoy pueden hacer estos sistemas, y en poco tiempo ante la menor duda, todos dirían que se le pregunte a “Chapy”. Estos algoritmos son sorprendentes para identificar criminales, seleccionar personal en recursos humanos, y ordenar los depósitos de cualquier negocio. Por otro lado, la no asimilación de la tecnología llevaría a no usar su potencial. Por ejemplo, mejorar el proceso diagnóstico médico, optimizar el pronóstico del clima, o aumentar la seguridad en las calles.

Para evitar un impacto negativo es indispensable tener una estrategia de asimilación de la IA a nuestras sociedades, cultura, y procesos productivos. Debemos tener una estrategia para desarrollar familiaridad con esta tecnología disruptiva, para que no nos sea extraña.

Otro futuro posible

Los pasos de asimilación de la tecnología de la IA en nuestras provincias serán casi imposibles sin iniciativas provinciales o, mejor aún, regionales. Programa de formación de expertos en el exterior, creación de unidades académicas en matemáticas, estadística, computación, y propiamente IA. Desarrollo local de aplicaciones derivadas de IA para mejorar procesos de salud, educación, logística, seguridad, y burocracia pública. Incorporar las tecnologías de IA de modo inmersivo en algunas instituciones como ser hospitales, agencias impositivas, y bancos provinciales. Desarrollo de programas educativos para las escuelas para fortalecer las matemáticas, la computación, y las herramientas de ciencia de datos e inteligencia artificial. El desarrollo de cooperaciones internacionales con los desarrollos más importantes del mundo en IA, para incrementar capacidades locales, y desarrollar innovación en la materia.

No hay tiempo que perder. La IA es la tecnología más disruptiva de la vida humana después de la electricidad. Está cambiando todo. Y lo más importante, ofrece un desafío nunca imaginado para nuestro humanismo, nuestra identidad, y nuestra capacidad de evolución en el cambio.

PERFIL

› Dr. Carlos Javier Regazzoni

Extitular del PAMI. Director del Comité en Salud Global y Seguridad Humana del CARI, director del Instituto de Salud Global de la Universidad Kennedy, y Fellow del Instituto de Ética del Isaac Abarbanel University Institute del Seminario Rabínico Latinoamericano.