Sofía Singh es profesora de canto, forma parte del Coro Estable de la Provincia y actualmente estudia fonoaudiología para especializarse en la técnica de la voz y en todo lo que conlleva cantar y enseñar. Baja del escenario del teatro San Martín, en donde ensaya junto a Guadalupe Aguilar y Daniela Cayos -las otras voces femeninas de la delegación del Ente Cultural que representará a la provincia en Cosquín mañana-. LA GACETA la aborda para hablar sobre sus emociones a pocos días de vivir una experiencia única. “Tengo las expectativas en el cielo”, confiesa.

En su taller Rincón Cultural, disfruta la música desde otro lugar, abocada a transmitir su conocimiento a los alumnos para que aprendan y amen la música. En este contexto del estreno inminete de “Mi modo de alumbrar”, ellos le retribuyen con regalos y mensajes de aliento. “Una profe de canto es casi parecida a una psicóloga, cuando van a mis clases me cuentan todo antes de empezar y yo a ellos también. Hay una conexión muy grande, se pusieron recontentos cuando supieron que viajaba al festival”, afirma, como forma de confirmar que a la ciudad cordobesa viajarán simbólicamente muchos tucumanos más que los que estarán sobre el escenario en la representación institucional.

Con la piel de gallina y los ojos cristalizados de emoción, Sofía reconoce que ama demasiado a su provincia y que cantarle a Tucumán es una carga muy importante como persona y como artista musical. “Arriba del escenario, no voy a ser Sofía; cada uno es Tucumán”, expresa.

Su pasión por el folclore nació a los ocho años, precisamente en un viaje junto a la familia hacia Cosquín. “Empecé a cantar escuchando desde afuera del festival, porque éramos muchos para entrar. Siempre fue un sueño para mí y para mi familia que amamos el género (mi mamá también canta). Me tiré encima de mi papá y le rompí los anteojos de la emoción cuando me dijeron que había quedado entre los cantantes seleccionados. La felicidad fue enorme. Lloramos todos”, recuerda respecto a las audiciones.

Para este año, tiene en planes formar un dúo con el guitarrista Martín Páez de la Torre y dejar una “huella musical”. “Hacemos canciones que nunca antes se grabaron para que queden, porque la música es una huella en el tiempo. Nosotros pasamos y la música continúa acá”, asegura la cantante.