Los amistosos frente a Güemes fueron una nueva prueba para Diego Flores, que sigue analizando variantes de cara al debut de San Martín en la nueva temporada de la Primera Nacional.
En primer lugar, “Traductor” realizó cinco cambios en el equipo titular respecto a los futbolistas que habían enfrentado a Central Norte en Salta, dando la pauta que aún todo está por definirse.
En este sentido, el entrenador cambió del 4-4-2 al 4-3-3 con el objetivo de probar un equipo con dos extremos bien definidos. Los encargados de realizar esa labor fueron Gonzalo Rodríguez y Joaquín Ibáñez; ambos acompañaron a Junior Arias que fue el delantero de referencia del equipo.
La mitad de la cancha tampoco estuvo esquiva de novedades. Además de quitar un mediocampista obligadamente por el cambio de dibujo táctico, el DT utilizó a Matías García, quien reemplazó a Gustavo Abregú, como eje principal del equipo.
Según explicó el paulistano, no fue incluido en el duelo de ayer debido a una sobrecarga muscular. “No jugué para no arriesgar. Pero no es algo de qué preocuparse”, aclaró en diálogo con LA GACETA a la salida de La Ciudadela. “Tenemos varios jugadores de buen pie en la mitad de la cancha. Eso es muy beneficioso para esta temporada”, añadió.
El ex Güemes fue acompañado por Leonardo Monje e Iván Molinas, quien sería clave para lograr el gol en el choque que terminó 1-1. A la salida de un tiro libre, el ex Alvarado puso la pelota en la cabeza de Juan Orellana, quien no desaprovechó la oportunidad.
“Estamos muy bien. Manejamos todo el partido. Tuvimos cuatro o cinco ocasiones que si las convertíamos el resultado iba a ser otro. Ellos llegaron una sola vez y nos convirtieron. Más allá de eso, tenemos sensaciones positivas porque estamos jugando a un ritmo altísimo y siguiendo la ideología del entrenador”, afirmó Molinas.
Otra de las principales novedades fue la inclusión del juvenil Tiago Peñalba en la banda derecha, en lugar de Alexis Bordón. El salteño había dejado buenas sensaciones durante la pretemporada debido a su adaptabilidad a diferentes tareas en dicho sector del campo. Y ayer volvió a cumplir.
La zaga central también sufrió modificaciones. Así, el entrenador conformó el tándem Orellana-Agustín Dattola, quien ingresó en lugar de Diego Mastrángelo.
“Todavía no probamos con otra formación, pero sí sabemos que en cualquier momento del campeonato puede surgir algo nuevo. Tenemos que estar preparados por si en alguna ocasión toca utilizarla”, dijo Orellana. “Hicimos un partido muy bueno porque lo manejamos de punta a punta. Diego está haciendo notar al máximo cuál es su impronta y creo que el grupo lo está aprendiendo rápido”, agregó.
En el segundo partido, Flores volvió utilizó el 4-4-2 con dos “9” bien definidos: Mateo Acosta y Gonzalo Klusener. Es más, el ex Deportivo Maipú se encargó de anotar uno de los tantos en la victoria 2-0 sobre los “gauchos”.
En defensa, se conjugó la zaga Mastrángelo-Iván Zafarana, el autor del otro tanto del segundo duelo.
Por otro lado, Juan Cuevas y Pablo Hernández no sumaron minutos debido a que recién están completando sus primeras prácticas con el plantel profesional; y el entrenador prefiere llevarlos de a poco.
La tarde de fútbol en La Ciudadela dejó buenas sensaciones en Bolívar y Pellegrini. Sin embargo, Flores pide más; y seguirá estudiando variantes de cara al comienzo de la temporada.