El presidente, Javier Milei, pronunció su primer discurso en un ámbito internacional durante la cumbre del Foro Económico Mundial de Davos. Klaus Schwab, titular ejecutivo del evento, dio una cálida bienvenida antes de que Milei dirija un mensaje rotundo a la elite empresarial, advirtiendo sobre el riesgo del “avance del socialismo” en Occidente.
Al dar inicio a su intervención, el líder libertario se puso sus emblemáticos lentes redondos y se dirigió a los representantes del establishment internacional y a los líderes políticos de potencias económicas. Milei enfatizó que Occidente enfrenta peligros a causa de aquellos que, aunque deberían defender sus valores, operan con una visión que conduce al socialismo y, en última instancia, a la pobreza.
Qué dijo Kristalina Georgieva tras la reunión con Javier Milei en DavosEn primera medida, Milei dedicó una apasionada defensa del libre mercado, enfatizando su postura de que “el Estado es el problema” para el crecimiento de las naciones. Durante aproximadamente 20 minutos, reiteró conceptos y definiciones empleadas en programas de televisión y en su campaña política, insistiendo en su narrativa liberal.
El presidente centró su discurso en la confrontación entre dos modelos en pugna: el capitalismo de libre mercado y el socialismo, al que él se refiere como colectivismo. “Occidente está en peligro porque los que supuestamente deben defender los valores de occidente operan con una visión que conduce al socialismo y a la pobreza”, expresó Milei delante de la audiencia internacional.
Posteriormente, intentó ofrecer una clase de historia sobre ambas perspectivas económicas y acusó a “los principales líderes del mundo occidental” de “abandonar el modelo de la libertad por distintas visiones del colectivismo”.
En Davos, Javier Milei se reunió con la reina MáximaEl presidente afirmó: “Nosotros estamos para decirles que los experimentos colectivistas nunca son la solución a los problemas de los ciudadanos, sino que son su causa. Créanme, nadie mejor que nosotros para dar testimonio de estas cuestiones”. Justificó su posición con un repaso histórico, argumentando que el capitalismo de libre empresa ha reducido el 90% de la pobreza mundial desde 1800.
En su discurso, el presidente argentino reflexionó sobre la demonización del sistema económico capitalista desde la academia, defendiéndolo como justo y “moralmente superior”, argumentando que sacó a la población mundial de la pobreza y llevó al mundo “a su mejor momento en términos de libertad, riqueza, paz y prosperidad”.
Continuando, citó a Alberto Benegas Lynch (hijo) para definir el liberalismo y afirmó que “un empresario exitoso es un héroe”.
Las mujeres
Durante su intervención, el Presidente también responsabilizó al socialismo por alimentar una “pelea ridícula entre el hombre y la mujer” y profundizó su crítica contra los movimientos feministas.
“La primera de estas nuevas batallas fue la pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer. El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos. La piedra fundacional de nuestro credo dice que todos los hombres somos creados iguales, que todos tenemos los mismos derechos inalienables otorgados por el creador”, comenzó sus críticas.
“En lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico, darle trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales dedicados a promover esta agenda”, agregó.
Cambio climático
También, abordó las críticas hacia la lucha contra el cambio climático, señalando otro conflicto atribuido al socialismo. Expresó: “Otro de los desafíos que plantea el socialismo es el enfrentamiento entre el hombre y la naturaleza. Sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a respaldar mecanismos de control poblacional o la tragedia del aborto”.
Además, destacó la ironía de la agenda ambiental al afirmar: “Lo más cruel de esta agenda es que los países ricos, que alcanzaron su riqueza de manera legítima explotando sus recursos naturales, ahora buscan expiar sus culpas castigando a las naciones más pobres e impidiéndoles desarrollar sus economías por un presunto crimen que no cometieron”.
La “casta”
Para finalizar, el presidente se dirigió a los presentes con un dmensaje contundente: “No se dejen amedrentar ni por la casta política ni por los parásitos que viven del Estado”.
Dirigiéndose específicamente a los representantes de las multinacionales más poderosas del planeta, enfatizó: “No se entreguen a una clase política que busca perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios. Ustedes son benefactores sociales, ustedes son héroes”.
Concluyóa invitando a que los paises del mundo cuenten con Argentina como un aliado internacional. Finalizó de manera inconfundible con su característico grito ronco: “¡Viva la libertad, carajo!”.