Los tres hombres detenidos el 30 de diciembre por integrar una presunta “célula terrorista”, que buscaba atentar contra edificios de la colectividad judía en Buenos Aires, fueron liberados este lunes por falta de pruebas. Así lo determinó la jueza María Eugenia Capuchetti.

Los detenidos eran un peluquero y un profesor de ping pong de origen sirio-colombiano que permanecieron 2 semanas en una dependencia de la Policía Federal Argentina (PFA) acusados por el tercer detenido, un supuesto mercenario de origen argentino que se jactaba de ser “agente inorgánico” de la embajada de Estados Unidos.

Los dichos de este supuesto agente desataron la investigación por parte del Ministerio de Seguridad junto a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (Dinic) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que duró medio mes. A pesar de que los arrestos se produjeron el 30 de diciembre pasado, fueron dados a conocer el martes 3 de enero de para evitar preocupaciones durante los festejos de Año Nuevo.

La magistrada que investiga el caso dictó la “falta de mérito” pero impuso a los tres hombres la obligación de concurrir ante el juzgado cada mes, entre los días 1 a 5, y les prohibió salir del país mientras duren las averiguaciones. Las medidas probatorias realizadas hasta ahora “no permiten tener por probado” que tengan vinculación con un posible ataque terrorista, según indicaron fuentes judiciales a Infobae.

Los detenidos

En las últimas horas se dieron a conocer las identidades de los supuestos terroristas. El profesor de ping pong es Naem Chatay Chassan, que fue arrestado el 30 de diciembre en el aeropuerto apenas llegó al país; Ramón Alberto Domínguez, es el peluquero que dos meses antes de ser detenido denunció un intento de estafa a través de la llegada de un paquete; y Juan Manuel Ledesma, alias “El Rubio”, el misterioso personaje que dijo ser un agente inorgánico de la Embajada de Estados Unidos.

Detención de PFA

Las declaraciones

La declaración de El Rubio, que tenía credencial de periodista, fue rápidamente desmentida después de analizar los teléfonos celulares de los detenidos. Éste unía a Chassan con Domínguez, el peluquero con el que solía cortarse el pelo porque, según sabía, iba a recibir un paquete de 35 kilos desde Yemen. Nada de lo declarado realmente sucedió. “Lo armé mentalmente”, dijo en su indagatoria el acusado.

Detención del peluquero. PFA

El testimonio de la dueña de la peluquería Rubí, donde trabajaba Domínguez y también se cortaba el pelo Ledesma, confirmó que el peluquero le pidió si podía recibir una encomienda en el local a fines de octubre porque en su casa no había nadie para hacerlo, e incluso le mandó la foto del paquete y el comprobante, pero después el propio Domínguez le dijo que no recibiera el paquete y que si preguntaban por él dijera no conocerlo. Incluso le pidió que borrara la foto que le había mandado. Le explicó que le estaban hackeando informaciones y que había hecho la denuncia. Ella le pidió que no fuera más a trabajar. La mujer dijo en una segunda ronda testimonial que le mandó la foto del paquete a El Rubio Ledesma. “En ese momento, Ledesma agarró su teléfono, miró el recibo y dijo que podía venir del terrorismo, que eran 35 kilos que se lo mande y que lo iba a investigar", contó la peluquera.

Gustavo Pardo Reimondez, el encargado del hotel España, también compareció ante la jueza y confirmó que una tercera persona le hizo una reserva a nombre de Chassan a través de Whatsapp, con el pasaporte escaneado de futuro huésped. Pardo le pasó este dato a Ledesma, “porque él era periodista y cronista en temas internacionales e investigaciones”. Entonces le envió los datos del viajante, con la foto del pasaporte y el contacto de esa tercera persona.

A la causa también se sumó un amigo venezolano de Chassan, que vive en Argentina pero que conoce al sospechoso por haber tomado clases de ping pong en Venezuela.

Contó que "en ese momento me pareció el clásico árabe, amarrete, que no le gusta gastar plata. Todo le parecía caro. Era una quejadera de precios. Pero quedó enamorado de Argentina y quería vivir aquí. Y que venía al país para fin de 2023".

Detención del sirio-colombiano. PFA

El profesor eligió para hospedarse al hotel Gran España, cerca de la Embajada de Israel, porque le pidió ayuda a su amigo y a otro colombiano de nombre Carlos Bohorquez para encontrar alojamiento, pero “todo le parecía caro”. “La única zona que tiene menor precio (de 400 dólares) es la que está por el Obelisco o Plaza Congreso. Es lo más barato”, dijo el venezolano.


La resolución

Al Gobierno le preocupaba que uno de los sospechosos tuviera una reserva hecha en un hotel ubicado a dos calles de la embajada israelí en Buenos Aires  y, debido al alineamiento del presidente Javier Milei con Israel durante el conflicto con Hamás en Gaza, sumado a la política de “mano dura” impulsada por Patricia Bullrich, se dispuso movilizar a las autoridades.

La magistrada analizó las pruebas y declaraciones y llegó a la conclusión: "Más allá de las circunstancias aludidas, las distintas medidas de prueba realizadas hasta el momento, en especial del análisis de los dispositivos, no permiten tener por probado que Chassan, Domínguez y Ledesma tengan vinculación con el hecho que les fuera imputado”.

“Considero que el cuadro probatorio incorporado a las presentes actuaciones vinculado a la participación de Chassan, Domínguez y Ledesma en el hecho que les fuera imputado resulta, de momento insuficiente”, afirmó Capuchetti en el fallo. Los acusaron de “integrar una asociación criminal trasnacional de existencia ininterrumpida en el tiempo que se dedica a la organización y perpetración de atentados terroristas. Esta organización registraría actividades en distintos países de la región, en particular en Colombia, desde donde se habría organizado la perpetración de un ataque -presumiblemente con explosivos- a un inmueble (…) vinculado a la comunidad judía”, aclaró.