Pese a que el estilo de juego que Favio Orsi y Sergio Gómez intentan implementar habitualmente en sus equipos tiene que ver con la tenencia de pelota, el juego por abajo, y la construcción de juego con paciencia pero también con intensidad, en Atlético eso aún no se había visto.

En la temporada pasada, el “decano” no había logrado plasmar del todo la idea, lo que lo había llevado a jugar, en muchos partidos, de manera más pragmática. Sin embargo, en el triunfo en el amistoso contra Cerro Largo dejó otra imagen: Atlético ahora sí parece decidido a ser protagonista dentro del campo.

Que no se malinterprete. Esto no significa que el “decano” haya adoptado una postura especuladora en algunos partidos de 2023, sino que en pos de obtener buenos resultados y de encontrar mayor solidez y regularidad, por momentos resignó la tenencia de pelota y apostó a un juego más directo.

De acuerdo a lo que se vio en el duelo del lunes, un partido que debe tomarse con pinzas por el calibre del rival y por ser recién el primer partido del año, este renovado Atlético apostará a afianzar la idea de un equipo que va al frente y que intenta dominar a su rival sin importar la condición.

Para esta temporada, la dupla tendrá un plantel renovado: 13 jugadores ya dejaron el club, y hasta ahora llegaron cinco refuerzos, aunque la intención es que ese número se duplique.

¿Habrá también un esquema renovado? Para el primer compromiso futbolístico del año, el cuerpo técnico optó por una línea de cinco defensores, un esquema que ya utilizó en algunos pocos partidos de 2023, y que también había probado en sus pasos por otros clubes como San Martín, Ferro y Godoy Cruz, aunque nunca lo tuvieron como opción principal.

En primer lugar, este esquema le dio mayor libertad a Joaquín Pereyra, conductor futbolístico indiscutible del equipo. Al contar con tres centrales por detrás, y con Adrián Sánchez más abocado a la contención, el “10” se pudo mover por todo el frente de ataque. Además se tiró a los costados, algo que terminó marcando la diferencia. En tanto, Nicolás Castro completó un mediocampo de muy buen pie que funcionó correctamente, y que puede ser clave para esa intención de ser protagonista. Justamente, el gol llegó gracias a una combinación de Castro y Pereyra.

Atlético también demostró más paciencia en la tenencia de la pelota. Para eso es clave también la salida limpia desde el fondo, algo que todavía falta afinar. “Cata” Romero se mostró seguro con y sin la pelota y Francisco Flores no desentonó. Pero Gonzalo Paz, el tercer central, se mostró un tanto inseguro; algo propio, quizás, debido al casi nulo rodaje que tuvo en 2024.

En el arco, José Devecchi casi no fue exigido, pero tuvo algunas intervenciones en las que transmitió seguridad.

En materia ofensiva, el esquema propuesto depende, en buena parte, de las trepadas de los carrileros. Agustín Lagos mostró cosas interesantes luego de un año con muy poca actividad en Primera, y se perfila como un buen reemplazante para un Hernán de la Fuente que nunca convenció (a la espera de un refuerzo para esa zona). Por la banda izquierda, Matías Orihuela no terminó de asentarse, pero también cumple con las características necesarias para el puesto, tanto por su constante llegada al ataque, como por su trabajo defensivo.

Y claro, también será vital el papel de Marcelo Estigarribia. El segundo máximo goleador de la última temporada terminó 2023 en un muy buen nivel y es el “9” indiscutido. El lunes no pudo entrar demasiado en juego; en parte porque al “decano” le costó la generación de chances claras por medio de construcciones colectivas. Sin embargo, “Chelo” falló una chance clarísima, algo que deberá minimizar durante la temporada.

Mateo Coronel se erige como su socio de ataque nuevamente ante la irregularidad de Justo Giani. Aunque Mateo Bajamich, de buen ingreso, aparece como una alternativa más que interesante, ya sea para acompañar a Estigarribia o para cumplir el rol de referente de ataque.

En síntesis, Atlético parece querer afirmar su condición de equipo protagonista por intermedio de la paciente tenencia de la pelota y con una presión no necesariamente muy intensa, pero sí constante en la salida rival.

En tanto, el triángulo Pereyra-Sánchez-Castro parece surgir como la sociedad clave de un equipo que todavía debe trabajar en varios aspectos. Por un lado en la seguridad defensiva, en donde debe afianzar a jugadores que tuvieron poco rodaje en el último tiempo; y por el otro lado, la claridad ofensiva: en la última temporada a Atlético le costó bastante generar ocasiones de gol a partir de jugadas colectivas y terminó dependiendo mucho de arremetidas individuales.

Afinando esos detalles y completando un plantel que por ahora es corto, el “decano” puede tener aspiraciones importantes.