Siempre al primer partido de la temporada hay que tomarlo con pinzas. Sobre todo si se trata de un cotejo amistoso. Sin embargo, sí que deja muchas cuestiones a analizar, y principalmente, a corregir, de cara a lo que viene. Así sucedió también anoche en el triunfo de Atlético; un éxito que deja mucho para construir. Y una de las principales cuestiones pasa por quien fue no sólo la figura del partido, sino también el capitán del “decano”: Joaquín Pereyra.

El “10” parece erigirse, de a poco, en el nuevo líder “decano”.

Y no hay que restringirse sólo a lo futbolístico donde, claro, cumple una función vital.

Tras unos primeros minutos algo inconexo, el “10” fue asentándose en la cancha con el pasar del tiempo y terminó redondeando un gran primer tiempo, haciendo jugar al equipo, moviéndose con libertad por el frente de ataque, y marcando el que sería a la postre el único gol del partido; con un precioso y violento remate desde afuera del área.

Ya la temporada pasada, en algunos partidos, Pereyra había llevado la cinta de capitán. Sin embargo, ante las salidas de Tomás Marchiori, Bruno Bianchi y Cristian Menéndez, y con Guillermo “Bebe” Acosta en conflicto, el equipo dirigido por Favio Orsi y Sergio Gómez necesita nuevos referentes.

Por experiencia y por años en el club, Matías Orihuela y Renzo Tesuri aparecen como dos de las opciones, aunque ninguno pareció asumir, al menos todavía, un rol preponderante dentro del vestuario de 25 de Mayo y Chile. Algunos de los refuerzos como Nicolás Castro y José Devecchi, podrían tras un tiempo tomar también un rol protagónico. Pero por lo pronto, quien está asumiendo ese papel ya desde la temporada pasada, y  cada vez más, tanto dentro como fuera de la cancha es el ex Rosario Central pese a sus cortos 25 años.

“Estoy contento por el triunfo, pero más que nada por cómo se dio el partido. Es nuestro primer amistoso y las sensaciones son buenas. Nos sentimos bien físicamente y futbolísticamente también.  Siempre es lindo prepararse ganando; hay que acostumbrarse a ganar”, declaró Joaquín, tras el partido. Esa última frase parece ser una bajada de línea para sus compañeros: hay que acostumbrarse a ganar.

Pereyra parece asumir el liderazgo de un equipo que tuvo un correcto 2023, pero que en este 2024 apunta a más y se ilusiona con pelear cosas importantes.