Por lo general, la carrera de un futbolista es breve o incluso puede finalizar prematuramente por un retiro forzoso. Por eso, estar en constante competencia es vital para aquellos que desean disfrutar durante mucho tiempo del deporte más popular del mundo y, sobre todo, mantener encendida esa chispa de querer ir por más. Ese es el caso de Gonzalo Klusener, que a los 40 años llegó a San Martín.
Tras una larga trayectoria con la “redonda”, encontró en La Ciudadela un desafío que lo invita a soñar y espera aportar su experiencia a fin de cumplir el objetivo que tienen todos en Bolívar y Pellegrini. “Estoy muy contento. Llegué a un club que siempre admiré. Venir a jugar acá es muy lindo y una experiencia muy bonita para nosotros los jugadores. Para mí es un paso adelante en mi carrera y espero disfrutarlo con muchísima responsabilidad”, avisa Klusener, un verdadero trotamundos del fútbol.
Pasó por 13 equipos en el fútbol argentino y hasta sumó minutos en el exterior: Deportes Antofagasta (Chile), Thrasyvoulos Fylis (Grecia) y Motagua de Honduras.
Sin embargo, más allá de que a lo largo de su carrera conoció distintas instalaciones y vivió mejores momentos que otros, Klusener realiza una mueca antes de entrar en detalles sobre su llegada al “santo”. “Este es uno de los pasos más importantes de mi carrera; sin lugar a dudas, porque vengo a un club que tiene un objetivo claro y eso conlleva muchísima responsabilidad y muchísima exigencia de parte de todos los que estamos acá. Siempre fui muy competitivo y vine por eso; es lo que me motiva a estar acá y a seguir disfrutando de este deporte”, explica el delantero que viene de jugar en Deportivo Maipú. “Hoy, con la edad que tengo, me permito disfrutar. Antes lo vivía de otra manera”, agrega.
Antes de llegar al “santo”, el punta que supo ser dos veces goleador de la Primera Nacional, desistió de varias propuestas, una de ellas fue Racing de Córdoba; justamente uno de los rivales que tendrán los dirigidos por Diego Flores en la zona “A”.
“Jugamos la final contra Deportivo Riestra y después obviamente me tomé unos días de descanso. En todo eso, siempre hay llamados, jugué en muchos lados y tengo gente muy conocida en cada lugar por los que pasé. Tenía otras posibilidades, pero cuando me enteré del interés de San Martín las posibilidades cambiaron”, explica, avisando que, en otro momento, ya había estado cerca de llegar La Ciudadela. “En algún momento de mi carrera existió la posibilidad, pero no se dio”.
Con la camiseta de Talleres de Córdoba, Klusener aportó 25 goles para que el equipo pudiera coronarse campeón del Argentino A. Además, se adjudicó ser el jugador que mayor cantidad de veces convirtió en una temporada de la AFA. Con la “T”, también logró el ascenso a Primera División. Si bien su capacidad goleadora se hizo reconocida en el fútbol argentino, el delantero no da nada por sentado y se presenta ante los hinchas “santos”. “El delantero vive del gol, aunque también podemos aportar otras cosas. Siempre digo que la mayor responsabilidad es convertir, pero para eso necesitamos de un equipo que esté bien atrás. La defensa es otro de los puestos que tiene mucha incidencia”, dice el punta que buscará plasmar su experiencia en sus compañeros. “Me gusta charlar y trato de transmitir cosas buenas. Siempre me digo a mí mismo que no soy quién para dar consejos, pero trato de volcar los casi 20 años de carrera que tengo. La idea es que los más chicos puedan aprovechar esas charlas”.
Lejos de pensar en el retiro, Klusener admite que todavía disfruta de cada segundo futbolístico y deja un mensaje claro de lo que espera a fin de año. “Por ahora estamos hasta diciembre del 2024; ojalá Dios quiera que pueda seguir disfrutando esto. Siempre dije que el día que no tenga ganas de venir a entrenarme o de estar en un vestuario, dejaré. Actualmente disfruto de lo que hago porque es un deporte hermoso, en el que muchos quisieran estar y yo tengo el privilegio. Me considero ‘tocado’ por la varita”, sentencia y va más allá. “A fin de año me veo festejando con toda la hinchada. Hay que contagiar buena energía”, sentencia ese trotamundos que se cansó de romper redes y que ahora pone sus goles al servicio de San Martín.