Afecta a hombres y mujeres y entre uno de cada 25 0 30 cánceres están vinculados con él. Se trata del virus del papiloma humano (VPH), que también puede causar lesiones premalignas o de bajo grado (verrugas genitales y lesiones papilomatosas respiratorias).

“El impacto temprano de la vacunación en adolescentes vacunadas en la Argentina a siete años de la introducción de la vacunación contra el VPH al Calendario Nacional de Vacunación ha sido muy positivo, porque se observó una reducción del 93% de prevalencia de los principales virus asociados al cáncer de cuello uterino”, afirmó en un comunicado de prensa Virginia Verdaguer, directora de Asuntos Médicos de MSD (empresa de medicamentos y vacunas).

Si bien el 80% de las personas tendrán, a lo largo de su vida contacto con este virus, se estima que solo el 10% sufrirá una infección persistente que llevará con el tiempo al desarrollo de lesiones premalignas y cáncer. Históricamente se vinculó al VPH con el cáncer cervicouterino en la mujer y se registran unos 600.000 nuevos casos cada año.

Sin embargo, no es la única patología vinculada a este virus. Los hombres también pueden adquirir el virus, presentar complicaciones como verrugas genitales y ciertos tipos de cáncer como el de ano, pene y orofaringe (parte posterior de la garganta, lengua y amígdalas). Sumado a esto, el hombre es parte importante de la cadena de transmisión, no presenta síntomas y no existen estudios estandarizados para realizar el diagnóstico precoz (estudios de tamizaje) como es el caso de las mujeres a través de la prueba de VPH y del Papanicolau.

¿Qué es el VPH?

El papiloma es una familia de virus muy común en todo el mundo que se transmite a través del contacto estrecho con piel y mucosas. Se conocen más de 100 diferentes tipos de VPH y la infección persistente por al menos 14 de ellos puede causar ciertos tipos de cáncer, como el de cuello de útero, el de vulva, el de vagina, el de ano y el orofaríngeo. Otros tipos de VPH son responsables de las verrugas genitales.

Cómo cuidarse

El uso adecuado del preservativo no asegura una protección absoluta dado que el virus puede encontrarse en zonas que no quedan cubiertas por el látex y por este motivo no brinda 100% de protección. Los especialistas aconsejan su utilización como una medida preventiva para reducir el riesgo de contraer VPH y otras infecciones de transmisión sexual. De igual manera, es fundamental realizar controles ginecológicos de rutina como el Papanicolau (PAP) que permiten la detección precoz de lesiones que suelen ser asintomáticas y el test de VPH que detecta la presencia del virus en el cuello uterino.

Conviene aclarar que tener una lesión no es sinónimo de tener cáncer. Si el PAP es anormal es posible que se indiquen otros estudios como la colposcopía y la biopsia.

El test de VPH es una prueba que detecta la presencia del virus. Su toma es similar al PAP y está recomendado realizarlo a partir de los 30 años.

VPH y cáncer de útero

El cáncer de cuello uterino es un problema de salud pública global. Es el cuarto cáncer más común en el mundo y representó el 6,5% de todos los nuevos cánceres diagnosticados en mujeres en el 2020. Según Globocan (Datos de Incidencia Global, Mortalidad y Prevalencia del Cáncer) desde 2020, unas 604.000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de cuello uterino en todo el mundo y 342.000 mujeres murieron a causa de la enfermedad. La mayor prevalencia y mortalidad se observa en el sur de África, América del Sur y el Sudeste asiático. En Argentina, se estima que cada año 4.500 mujeres reciben un diagnóstico de cáncer cervical y más de 2.100 fallecen a causa de esta enfermedad.

A pesar de que podría prevenirse casi por completo con las tecnologías actualmente disponibles, el cáncer de cuello de útero es el tercer tipo de tumor más diagnosticado en nuestro país.

Los otros cinco tipos de cáncer relacionados con el VPH (vulva, vagina, ano, pene y orofaringe) representan cerca de 80.000 nuevos casos de cáncer globalmente.

Qué dice la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la Estrategia Mundial para Acelerar la Eliminación del Cáncer del Cuello Uterino como Problema de Salud Pública, en la que se invita a los países a comprometerse con el cumplimiento de tres metas que deberán alcanzarse para el 2030. Con estos objetivos se estima alcanzar a fines del siglo XXI una incidencia menor de cuatro casos cada 100.000 personas al año.

Vacunación

La vacuna cuadrivalente está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para niños y niñas de 11 años de edad, con un esquema de dos dosis. Es gratuita en todos los hospitales públicos y centros de salud del país.

Asimismo, el programa nacional de inmunizaciones contempla la vacuna cuadrivalente para personas que viven con VIH, trasplantados hasta los 26 años, y personas con las siguientes condiciones de inmunocompromiso: lupus eritematoso sistémico, artritis idiopática juvenil, enfermedad inflamatoria intestinal, dermatomiositis y otras enfermedades autoinmunes.