A tan solo tres días de enero, los tucumanos se levantaron con un nuevo impacto directo a sus bolsillos. Las petroleras aplicaron un nuevo aumento del 27%, lo que llevó el litro de la nafta súper a ubicarse cerca de los $ 800 por litro. Con este reajuste, el combustible se ubica dentro del valor histórico de un dólar por litro. Pero no sería el único reajuste que se daría en las pizarras durante este verano. Según el titular de la Cámara de Empresas de Combustibles, Raúl Castellanos, podría subir más, ya que se menciona la posibilidad de llevarlo a una paridad de importación. “También está pendiente la actualización del impuesto que los grava. De concretarse, sería el 1 de febrero y tendría una incidencia del 27% del precio de los surtidores. Pero no sabemos si lo prorrogarán de nuevo”, indicó Castellanos.
Las petroleras esperaban la oportunidad para modificar los valores en las pizarras, con el fin de que no queden atrasados respecto del precio de la región. Un indicio de esa tendencia había sido la decisión de la Secretaría de Energía que el 28 de diciembre pasado ha dispuesto incrementos para el biodiesel y el bioetanol que van del 28,45% al 34,44%.
Shell había tomado la posta el martes por la noche cuando aumentó sus combustibles: llevó la nafta súper de $ 631 a $ 795, la V-power de $ 770 a $ 968 y la V-power diesel de $ 819 a $ 1.032. Ayer fue el turno del resto de las operadoras radicadas en Tucumán. La petrolera de bandera nacional YPF incrementó la nafta súper de $ 618 a $ 779, la Infinia de $ 749 a $ 944 y la Infinia Diesel de $ 780 a $ 999. También se esperaba que el aumento replicara en Refinor. Incluso, durante el mes también podría aumentar el metro cúbico de Gas Natural Comprimido (GNC).
El aumento es el primero del año y tan solo pasaron 21 días del anterior que había sido el 13 de diciembre, luego de la liberación del dólar impuesto en las medidas económicas del nuevo gobierno de Javier Milei.
Sebastián Vargiu, presidente de la Cámara de Comerciantes Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), explica que hay dos factores en los aumentos de los combustibles: “uno es la inflación contenida en los precios que viene de varios años atrás, y otro la devaluación de esta nueva administración”.
“Tuvimos un aumento del 110% en los últimos 45 días y estamos muy cerca de los valores de mercado donde históricamente en la Argentina el litro de nafta súper costó un dólar”, detalló. En ese sentido, insistió: “el valor de fluctuación es un dólar; es muy poco probable que baje, debido a la pauta de inflación que se proyecta para los meses que vienen, por lo que el dólar quedará nuevamente retrasado”.
Respecto de las medidas que tomó el gobierno, afirma que, este sinceramiento era necesario para nuestra rentabilidad, pero resta establecer cómo impactará la baja en el consumo, aunque cree que puede evidenciarse una contracción. Toda esta situación motoriza una migración de los combustibles líquidos al GNC, reconoció. “El GNC seguramente aumentará, porque el gas en boca de pozo está atado a valor del nafta súper de YPF”, señala el empresario. Y acota: “el porcentaje que aumentó la nafta repercutirá en el fluido, con un valor del metro cúbico que rondará los $ 400”, como está estipulado en los contratos de provisión de gas.
En las expendedoras
Mario es profesor de secundario que ayer hacía fila con su automóvil en una expendedora de YPF. Reconoció a nuestro diario que la situación lo tomó desprevenido y que se enteró de los nuevos valores apenas se despertó. Al docente no le deja de fastidiar que, mientras los productos de más necesidad siguen subiendo, el salario no lo hace al mismo ritmo. Relata que tuvo que dejar de enseñar en algunos establecimientos porque le resultaba oneroso el traslado en comparación con lo que ganaba por el desempeño de sus actividades. “Vivimos una situación preocupante y hay que medirse en los gastos, por lo que usaremos el auto lo menos posible”, cuenta. Además argumenta que es momento de buscar alternativas. “Estoy pensando en ponerle GNC al auto para poder gastar menos al moverme”, admite.
Salvador Boscarino, se dedica a la construcción. A la espera para cargar en una Shell de Avenida Mitre explica que “esto nos golpea directo al bolsillo de los usuarios”, y agrega que cada vez que sale tiene que ponerle $ 6.000 para moverse ese día.
“Veo que hay muchas medidas, pero ninguna nos beneficia a los trabajadores”, señala, mientras considera que la actual situación económica no puede afrontarse con el mismo poder adquisitivo de hace meses, sin tomar en cuenta la evolución inflacionaria.
El tanque lleno
Llenar el tanque de nafta ya es una misión imposible. En muchos casos, la tarjeta de crédito ha dejado de ser un instrumento financiero conveniente para poder cumplir con aquel objetivo.
Llevar a que la aguja del tablero del vehículo se ubique en el máximo de la capacidad de combustible requiere de un esfuerzo financiero extraordinario. Por ejemplo, el conductor de un auto estándar, con un tanque de 50 litros, necesitará cerca de $ 39.000 para llenarlo, casi $ 9.000 más que hasta este fin de semana.
Para ejemplificar el aumento del 27% en los combustibles los valores aproximados serían los siguientes:
En el caso de las naftas premium, con la Infinia de YPF serían $ 47.200 y con la V-power de Shell $ 48.400.
Los propietarios de las camionetas requieren un esfuerzo económico mayor. Por ejemplo, una Volkswagen Amarok o una Toyota Hilux, tienen tanques de 80 litros. Llenarlo hoy con gasoil premium sale $ 79.920 en YPF la Infinia Diesel y $ 82.560 la V-power diesel en Shell. Unos $ 17.000 pesos más caro aproximadamente. (Producción periodística: Pablo Brunella)