Los estudios Illumination han tenido un crecimiento vertiginoso en el muy competitivo mundo de la animación. Nacido en 2007 por el impulso de Chris Meledandri -y actualmente propiedad de Universal Pictures- se ganó un espacio propio con los rotundos éxitos de sus creaciones: la última (y con mayor impacto en recaudación) fue “Super Mario Bros.”, con una taquilla global de U$S1.362 millones; pero antes ya había conquistado al público con “Minions”, “Mi villano favorito”, “Sing: ¡ven y canta!” y “La vida secreta de las mascotas”.

Ese resultado no es casual. Meledandri produce las películas que Universal financia y distribuye, con la experiencia previa de haber sido presidente de 20th Century Fox Animation y Blue Sky Studios, y haber estado a cargo de los filmes de “La era del hielo”.

Todos estos antecedentes sostienen el éxito que viene teniendo en el mundo “¡Patos!”, su nuevo filme que llega hoy a las salas tucumanas para competir de igual a igual -cosa difícil, por cierto- con el tanque de Disney “Wish” (ver “Disney...”), pero con probadas armas propias que la posicionan como un rival de fuste.

La producción narra la aventura de una bandada de aves que se dirige desde el territorio norteamericano de Nueva Inglaterra hacia las Bahamas, con la dirección de Benjamin Renner y guión de Mike White (el mismo de la serie televisiva “The White Lotus” y de la comedia musical “Escuela de rock”).

Los patos conforman la familia Mallard, que está pasando por una pequeña crisis interna. Mientras que el sobreprotector papá Mack está conforme de mantener a su familia a salvo nadando alrededor de su estanque en tierra firme, la mamá Pam está ansiosa por cambiar las cosas y mostrarle el mundo entero a sus hijos: el adolescente Dax y la pequeña Gwen.

El equilibrio se rompe cuando llega otro grupo de patos migratorios, que les comparten emocionantes historias de lugares lejanos. Eso lleva a los Mallard (apellido de la familia, que en realidad es el nombre de una especie, los ánades reales) a emprender un viaje pasando por la ciudad de Nueva York hacia la tropical Jamaica. Pero los planes se ven rápidamente frustrados con tormentas eléctricas, encuentros gratos y complejos con otras especies de pájaros (palomas, loros y garzas, por ejemplo) y peligros varios que hacen del viaje una prueba de supervivencia antes que un vuelo tranquilo rumbo al sol y las playas.

El resultado es -como habitualmente ocurre con estos productos- una enseñanza de la importancia de abrir las experiencias, aprender a comunicarse internamente, conocer a otros y compartir las necesidades en un proceso de autoaprendizaje.

La realización tiene avances en el resultado visual y técnico de la animación, con paisajes amplios detalladamente desarrollados y personajes atractivos (¿el comienzo de una nueva saga?), que prometen ser un salto en la industria. Y entre los temas aparece una nueva versión de la canción “Out of the Woods”, de Taylor Swift; el resto de la banda sonora está compuesta por John Powell.