El cuerpo de Yosselin Hernández, una joven de 27 años que era víctima de violencia de género, fue encontrado en las últimas horas en la ciudad santacruceña de Río Gallegos. La Justicia intenta determinar si se trató de un femicidio.

Por el momento, quedó detenido su ex novio, Emanuel Haro, quien había sido denunciado por ella cuatro veces por violencia de género.

El cuerpo de Yosselin fue encontrado el sábado por la noche, colgado, en el interior del departamento que alquilaba desde hacía aproximadamente un año, a donde se acercaron sus familiares preocupados porque no atendía las llamadas.

Si bien en principio el caso se empezó a investigar como un presunto suicidio, familiares de la joven, que trabajaba en una panadería y que además limpiaba casas, sostienen que se trató de un femicidio, ya que “había cuatro denuncias por violencia de género” hacia su ex pareja y el cuerpo “tenía golpes y rasguños”.

“Estaba toda marcada, pobrecita, fui la primera que la vio”, dijo su abuela a la agencia Télam, mientras que el tío de la víctima, Brian Hernández, contó que ya habían “hecho cuatro denuncias por maltrato físico hacia ella y la Justicia no hizo nada”.

“Después de haberla encontrado muerta en su casa, pudimos contactarnos con un vecino que tiene un comercio enfrente y es amigo de la familia. Nos brindó las cámaras de seguridad en donde podemos ver que la expareja de Yosselin, Emanuel Haro, va saliendo de la casa y lo pasa a buscar un auto”, agregó el hombre.

Y completó: “Fue la última persona que la vio; y después de ver la casa como estaba, con el celular apagado o no sé si lo rompieron o qué porque no pudimos prenderlo, lo entregamos a la Policía”.

“Después, las cortinas estaban cerradas. Vinieron mis sobrinas y como no les abrió la puerta, se encuentran con lo peor: mi sobrina muerta, golpeada, rasguñada y con una sábana colgando en la escalera”, recordó Hernández.

El hombre también relató que después de las cuatro denuncias realizadas por la joven y su familia, la última presentada hace un mes, hicieron una protesta frente a la casa del sospechoso y la Policía los “echó”. “Ella hizo todos los trámites con la OVD (Oficina de Violencia de Género de la Justicia) y quedó todo en la nada”, insistió.

“Y así terminó todo esto; porque habíamos dicho que así iba a terminar si no hacían nada desde la Justicia. Ella vivía atemorizada todo el tiempo, en alerta y nos lo decía; pero él entraba como pancho por su casa”, agregó.