A partir del primer día de este año el valor del boleto mínimo en el Área Metropolitana de Buenos Aires pasó de $52,96 hasta $76,92, mientras que en Tucumán la tarifa equivalente se encuentra en $230. Esta diferencia puede ser explicada mediante el siguiente dato: durante 2022 (último periodo con cifras oficiales completas) el 78,2% de los fondos se concentraron en el conurbano y en la Ciudad de Buenos Aires, y sólo el 21,8% fueron para el interior, según las planillas oficiales.
"Por las asimetrías existentes en los últimos dos gobiernos nacionales, de cada $10 se centralizan $9 en el AMBA y $1 o $1,5 en el resto de las jurisdicciones", explicó Jorge Berretta, directivo de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat). "Nuestra propuesta es que los fondos se distribuyan equitativamente en todas las jurisdicciones, que los usuarios del interior dejen de pagar la fiesta y los privilegios del AMBA", reclamó.
Tensiones
En conferencia de prensa, el vocero de la Presidencia de la Nación, Manuel Adorni, se había referido la semana pasada al plan de reducción de subsidios de transporte del Ministerio de Economía a cargo de Luis Caputo, y resaltado que el esquema de tarifas actual es “totalmente ridículo”. Estas declaraciones habían aliviado a los empresarios del sector, ya que consideraban que implicaban la revisión del sistema de subsidios. Sin embargo, luego de los encuentros ocurridos entre la Federación Argentina de Transporte por Automotor de Pasajeros (Fatap) y la Secretaría de Transporte, resurgieron las tensiones.
"Al AMBA ya le informaron que el subsidio se valuará con el dólar oficial actual y con el precio reciente del gasoil, y además tendrán un aumento en las compensaciones tarifarias. A nosotros nos dijeron que se va a respetar el presupuesto del año anterior, lo que ya estaría significando una quita del 100% o más debido a la inflación”, comparó Luis García, directivo de Aetat.
Crisis de transporte
En un comunicado oficial, la Fatap informó sobre la "necesidad de tomar medidas extremas" ante la situación actual económica para "intentar evitar la total y definitiva paralización" de los servicios. Entre las disposiciones se encuentran la reducción de los servicios nocturnos, diurnos y vespertinos de hasta un 50%. Por ahora, esa restricción no se aplicará en Tucumán.
A su vez, en el documento se recalca la desigualdad entre las distintas regiones del país: "La convocatoria a los prestadores del AMBA a comenzar un proceso de transición hacia las nuevas políticas nacionales al sector, contrasta con la falta de respuestas de un mismo tratamiento a esta Federación, que nuclea a la inmensa mayoría de cámaras y empresas del resto del país, dejando a su suerte a más de 10.000.000 de personas que por día utilizan el colectivo como único medio público para trasladarse", precisa.
Subsidio a la demanda
La semana pasada, el concejal capitalino Carlos Arnedo cargó contra los empresarios de transporte insistiendo en la necesidad de cambiar el modo de financiamiento del servicio. "No sirve de nada seguir subsidiando a las empresas si estas no invierten en el servicio. Hay que avanzar hacia un modelo que subsidie al usuario, priorizando a quienes más lo necesitan", planteó el edil.
Al ser consultado sobre estas declaraciones, García comentó: "Subsidiar al usuario implica que el estado pague la diferencia para completar el valor de la tarifa, pero las empresas deben prestar el servicio ya sea que el pasajero suba o no suba. Si se subsidia la demanda y el pasajero no sube. ¿Cómo hace la empresa para prestar el servicio de forma obligatoria?”.
Por otro lado, Daniel Orell expuso otra visión. “Subsidiar al usuario es simplemente más difícil de concretar, ya que todas las unidades de transporte tendrían que tener un sistema de cobro de pasaje en el que cada pasajero perciba un subsidio particular en base a un estudio de mercado que contemple sus ingresos”, aclaró.