En horas de la siesta un fuerte sismo de 7,6 grados sacudió la costa oeste de Japón y provocó decenas de réplicas, que reavivaron las alertas de tsunami, incluso, en la costa de Corea del Sur. Mientras que las autoridades japonesas aseguran que no hay centrales nucleares afectadas, decenas de réplicas de al menos 4 grados se registraron en la región de Noto, en la prefectura de Ishikawa.
Pavimento partido, techos caídos y edificios de baja altura a punto de colapsar, además de un aumento en los caudales de ríos y de enormes olas fueron algunas de las consecuencias inmediatas del movimiento sísmico.
Muchas de las escenas, cargadas de tensión, fueron capturadas por las cámaras de seguridad y los teléfonos de miles de personas que compartieron sus dramáticas experiencias en las redes sociales