La búsqueda de todo hecho artístico es movilizar al público. Mientras el aula magna de la Facultad de Derecho comienza a poblarse, las conversaciones de quienes llegan se centran sobre lo que está por pasar en el escenario. Siete sillas esperan a quienes llenaron de risas, llantos y muchas otras emociones a más de 25.000 espectadores. Y el responsable de la convocatoria es “El loco y la camisa”, la obra de Nelson Valente adaptada al formato tucumano bajo la dirección de Viviana Perea, artista, teatrista, gestora cultural y docente.
La puesta ha reunido un elenco de lujo: Emanuel Rodríguez, Lili Juárez, Ricardo Podazza, Cande Matías y Agustín Perelmut. Lo que comenzó con pequeñas presentaciones para un grupo reducido en Sala Ross, un día agotó entradas en el teatro Mercedes Sosa.
Fue tanta la repercusión entre el público que la producción decidió hacer un documental y contar la historia detrás de la obra: cómo fueron sus inicios, el proceso, la llegada a la sala más grande de la provincia, algunos fragmentos de ensayos, anécdotas y entrevistas.
El registro audiovisual comienza con la invitación a transitar una montaña rusa de sentimientos. Durante 26 minutos habrá lágrimas y risas sustentadas con declaraciones de todo el elenco, que recuerdan con emoción sus inicios y el presente de lo que despiertan en el público cada vez que el telón se abre.
Beto, el personaje interpretado por Emanuel Rodríguez, recuerda una anécdota muy particular. Una señora se acercó para expresarle que le había encantado la obra y el mensaje que transmitió, no así su actuación en particular, por exagerar los movimientos con las manos. Algunas funciones después, se encontró con la misma mujer, acompañada por su esposo, que estaba en silla de ruedas afuera del teatro, y cuando lo vio entendió todo: el señor tenía las manos como Beto. “Entonces me di cuenta de que cada espectador que viene, trae una historia, una carga, con su vida, y que puede empatizar o no con lo que hacemos”, describe.
Vaivén de preguntas
En un vaivén de preguntas realizadas por Renzo Spuches, el presentador del audiovisual, los actores de “El loco y la camisa” cuentan lo que vivieron durante las presentaciones y cómo sintieron el acompañamiento por parte del público.
- A Cande Matías: ¿cómo te eligieron? “La primera emoción fue de alegría y de sorpresa al estar en un proyecto de Sala Ross, que es donde empecé cuando tenía 16 años. Cuando me enteré que tenía que actuar con Ricardo y Vivi, casi me muero. Todavía me emociono al pensar la respuesta del público, en sus palabras, en cada abrazo y los mensajes que nos envían”.
- A Vivi Perea: ¿qué te generó ese aplauso en el Mercedes Sosa? “Después de esa función, la gente me cruza por la peatonal Muñecas y me dice que fue hermosa la actuación”.
- A Ricardo Podazza: ¿cómo fue el éxito de esta obra? “Es algo diferente que no había vivido. Me superan la gente, el público y los compañeros. Al principio no estaba seguro y pensaba: ‘¿dónde me metí?’ No había pasado por esto nunca. La gente respondió de una manera distinta y pensé que la Sala Ross ya nos quedaba chica”.
La obra en Tucumán
Del teatro a la escuela
Para la directora Vivi Perea, el documental muestra una parte de lo que ha ido cosechando “El loco y la camisa” en dos años de funciones. La obra trascendió tanto que llegó a escuelas y hasta se escribieron poemas sobre el tema. “Nos conectamos con el autor (el porteño Nelson Valente) para hacer algunas modificaciones y lograr que la obra se adaptara a lo regional”, dijo la directora, durante el debate posterior al estreno del documental. Por otro lado, Perea les habla a quienes quieren aprender teatro: “es un camino de ida, muy hermoso, donde mucha gente sale transformada. El arte en general es un campo de conocimiento. Es importante subirse a escena, pero también estar del otro lado, para aprender de lo que se ve y reflexionar”.
El héroe que atrae cada vez a más público
Para Emanuel Rodríguez, Beto es el héroe de la historia, más allá de que el personaje padezca o no una enfermedad mental. “La obra empezó como algo muy chico, en una sala para 45 personas. Todo lo que vino después es un gran regalo. Creo que es un pretexto para tomar conciencia sobre la discapacidad y este mensaje debe llegar a toda la Argentina”, dijo emocionado.
Otro aplauso de pie
Cuando la presentación del documental llegaba a su fin, el público se puso de pie tal y como lo habían hecho en las diferentes funciones de la obra teatral. En esta oportunidad, el formato fue diferente, pero la magia fue la misma.
(Producción periodística: Natalia Roldán).