El instrumento de votación no es neutral, como no es neutral ningún sistema electoral. Por eso, me parece que lo importante es definir cuáles son los valores que se quieren priorizar con la reforma (en caso de llegar a hacerse) y en qué aspectos es preciso mejorar el sistema. Sabiendo, por supuesto, que no existe un instrumento o sistema perfecto, sino encontrar el que mejor se ajuste a la sociedad y a los objetivos que se persiguen.

En el caso de la potencial implementación de la boleta única de papel, ya tiene media sanción en Diputados, y ahora se va a buscar que se lo apruebe también en el Senado y que rija en todo el país. Va a ser un debate importante el que se viene con respecto a eso.

Tucumán puede llegar a tener preponderancia en el caso de que se busque avanzar en ese sentido. Es un sistema que ya funciona en Santa Fe, que ya funciona en Córdoba, que funciona en buena parte del mundo; también se le conoce como la boleta australiana. En este sistema, el Estado asegura que toda la oferta electoral esté presente en todas las mesas; es menos exigente para los partidos más chicos que el actual sistema, en el que hay que reponer las boletas cuando se agota la pila inicial.

Entre los argumentos que se le suele señalar es que es más eficiente en términos económicos por el hecho de que hay una única boleta, y que esta corre por cuenta del Estado. Sin embargo, los únicos análisis y evaluaciones serias que se han hecho hasta ahora indican que no son más económicas, y puede llegar a tener alguna incidencia, sobre todo a la hora del ajuste del que se está hablando.

Menos fiscales

Otro de los argumentos que se suele señalar con respecto a la boleta única de papel es que no se van a requerir más fiscales. Tampoco es cierto, ya que lo mismo se los necesita a la hora del escrutinio provisorio.

Todo sistema es perfectible. Los partidos políticos van a seguir siendo garantes, junto con el Estado y el gobierno de turno, de la organización de la elección. O sea, no van a quedar por fuera.

En ese punto, la boleta única en papel de alguna forma debilita las marcas partidarias y lo que hace es más bien poner el foco en sólo una persona, que es la cabeza de la lista, con lo cual en este contexto también ayuda, contribuye a ese debilitamiento de los partidos porque impulsa los candidatos mediáticos, las aventuras más unipersonales. En este contexto, sobre todo, me parece que son elementos a tener en cuenta porque esto también se ve acentuado con la boleta única.