“Cocodrilo que se duerme es cartera”, sostiene un dicho popular que esta vez fue certificado en La Ciudadela. A Graneros le costó mucho meterse en partido en ambas mitades. En el primer tiempo, cuando el calor todavía hacía de las suyas, el que entró con las ideas frescas fue Sportivo Guzmán.
El “juliano” de Leandro Fligman no tiene un juego vistoso, pero sí una idea clara. Es un equipo que trabaja a partir del orden y aprovecha al máximo cada pelota parada. Diego Velárdez es su faro en el área contraria y con el “9” en el área siempre merodea el peligro. Y por eso, a los 18 minutos, cuando todos miraban al delantero, se olvidaron de marcar a Cristian Sánchez que recogió un rebote y la clavó al ángulo.
El que impuso las condiciones hasta ahí fue Sportivo. El “verde” era superado, pero el grito de gol rival lo despertó. El equipo de Hugo Corbalán se adueño de la pelota ante el repliegue territorial que mostró el rival y el partido se emparejó. Graneros se entretuvo con la pelota, pero con llegadas esporádicas, el “juliano” siempre se mostró peligroso. De hecho un tiro lejano de Lucas Sánchez se estrelló en el palo y nadie pudo corregir la trayectoria de la pelota en el rebote.
Apenas un puñado de minutos después, Franco Pereyra surcó la derecha, recibió de Lautaro Gómez dentro del área y pateó fuerte al arco, el balón dio en el palo y su rebote se encontró con Carlos López. El goleador definió casi desde el suelo. 1-1, a los 38 minutos y empezaba otra historia.
No hay dudas que Sportivo y Graneros son dos de los mejores equipos de Tucumán en los últimos años, por algo ambos estuvieron representando a la provincia en el Regional Amateur, por eso los cruces entre sí, se volvieron más frecuentes, de hecho en septiembre del 2022 definieron al campeón del anual liguista. En ese entonces fue Sportivo el que se impuso en Monteros desde el punto penal, luego de igualar 0-0.
Tras esa final hubo varios enfrentamientos y todos decisivos, por la Copa Tucumán de este año, hubo cruce en octavos de final, el triunfo fue para el “cocodrilo” por 3-0, después en el Regional Amateur volvieron a tener dos enfrentamientos: 1-1 empataron en Villa 9 de Julio y en Graneros se impuso el local por 1-0.
Esta especie de clásico se volvió a dar en cancha de San Martín, otra vez por un título, como hace un año y esta vez Sportivo pudo conseguir su victoria en los 90 para lograr el bicampeonato.
El complemento de la final de ayer fue idéntico al primer tiempo. El “cocodrilo” volvió a salir dormido y fue imperdonable. Luego de varios toques en mitad de cancha, la pelota llegó en forma de centro al punto final y Matías Smith cabeceó casi por compromiso, Gustavo Aún hizo el resto, tras una débil resistencia la pelota se le escapó entre las manos y otra vez Sportivo se puso 2-1.
Fue el golpe de nocaut. Esta vez no hubo respuesta, no hubo juego fluido por parte de Graneros, que se desesperó y tiró una docena de centros que siempre encontraron la cabeza de Sánchez y Agustín Smith, dos puntos altos en la zaga de Sportivo.
Como en 1990, 2006, 2011 y 2022, el “juliano” terminó el año levantando una copa de la Liga Tucumana, merecido, porque la barriada de Villa 9 de Julio siempre apoyó y en cada partido, Sportivo demostró ser un equipo sólido que ayer sumó de manera justa, una nueva copa para sus vitrinas. Fueron los más ruidosos en las tribunas y los más contundentes en el arco rival. En la vereda del frente, los hinchas de Graneros llegaron tarde (injusto que hayan tenido que viajar más de 100 kilómetros, a prestar atención en este detalle las nuevas autoridades de la Liga Tucumana) y el equipo entró dormido en los dos tiempos.