No necesitan presentación: Juan Pablo Piscitelli y Patricio Gómez Saavedra se juntaron a tocar hace 14 años. Son tucumanos radicados en La Plata. Hoy a las 22, en Citá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457) presentarán “Pirca”, segundo disco del dúo.

Gómez Saavedra habla con LA GACETA. “Nos gustó la idea de construcción artesanal que requiere la pirca, que se asemeja a la suma de las composiciones que integran el disco. Encontramos cierta homogeneidad conceptual, a pesar de que cada uno compone por su cuenta”, explica acerca del nombre del álbum.

El guitarrista señala que su tema “Pirca” es “una cueca instrumental que tiene pequeñas variaciones en su desarrollo; una pirca es algo bien concreto, de construcción sólida, pero si te acercás ves en detalle cómo están puestas las piedras, ordenadas y encajadas; se aprecia lo artesanal de la construcción, y eso se trasluce en la música”.

- ¿Cómo trabajan como dúo?

- Hacemos un trabajo muy artesanal en el armado de los temas, en los arreglos y demás. Nos tomamos el tiempo necesario para que maduren las músicas.

- ¿Cuándo y cómo graban “Pirca”? ¿Les afectó la pandemia?

- A este disco lo grabamos justo a fines de 2019. Nos invitaron de la Facultad de Tecnología (Fatec) de Tatuí, San Pablo, Brasil. Llegamos ahí a través del ingeniero-profesor Rodrigo López. Él comandaba un proyecto con sus alumnos avanzados, en la práctica de grabación fonográfica: insta a sus alumnos a trabajos más profesionales grabando discos directamente. Con López compartimos unos talleres de grabación y mezcla que dio en la Argentina, le gustó lo que hacíamos con el dúo, nos invitó a grabar. Fue el primer trabajo que se hizo como disco íntegro. Lo grabamos en unas ocho a 10 horas de grabación. Después queríamos invitar a un grupo de amigos cantores a que grabaran las voces en las canciones (Nadia Larcher, Mario Díaz, Carlo Valdez, Octavio Taján y Mariano Barrionuevo como invitados) y nos frenó la pandemia. Tuvimos el disco listo a principios de año y lo presentamos en La Plata. Seguimos trabajando a distancia la mezcla y masterización. Pese a todo fue una muy linda experiencia, con gente muy comprometida en un ámbito académico, público y gratuito que se puso al hombro el trabajo. Muy contentos con la experiencia.

- ¿Qué contiene el disco?

- Hay de todo, y todo bastante ligado al NOA, sobre todo a Tucumán. Hay zamba, chacarera, bailecito, huayno, cueca, los géneros más populares y reconocibles. También hay temas de formas más libres, pero muy atadas a los colores de la música del NOA, pasado por el filtro de nuestra creación, donde se cuela lo que escuchamos y las influencias de formación.

- ¿Cómo se hace para mantener tan fuertes las raíces musicales?

- Más allá de dónde uno viva o de las circunstancias, la identidad de uno se lleva siempre, no es algo de lo que se pueda desligar tan fácilmente, no importa a cuánta distancia esté. También la música es una forma de regresar al pago. Nos ha pasado que estando ahí hemos compuesto temas; es cuando aparecen las sonoridades de nuestros mayores, con quienes pudimos compartir música, como Los Hermanos Núñez, el Pato Gentilini o el Chivo Valladares, las tres patas de la música popular tucumana de mitad del siglo XX. Y cuando nos juntamos los muchos tucumanos que vivimos por acá es como un volver imaginariamente en las canciones.

- Vuelven a cantar al paisaje, a las costumbres, con tonada... pero también hay influencias del tango y del jazz.

- Sí, somos muy permeables a todo lo que nos gusta. El tema está en que no se note (se ríe), porque está todo pasado por el filtro de la identidad y también los maestros que nombré han tenido sus influencias en su momento, algunos más que otros. El desafío consiste en cómo uno traslada otras músicas, que por ahí son ajenas, y las incorpora al género que uno más conoce.

- ¿Qué otros haceres los ocupan?

- Ambos somos docentes en instituciones públicas: en la Universidad Nacional de La Plata, donde hemos estudiado, y en el Conservatorio de la provincia de Buenos Aires. Juan está en varias instituciones, en Chascomús y en la escuela de Berisso. La docencia nos ocupa tiempo pero nos gratifica. También tenemos proyectos musicales individuales, y trabajamos como sesionistas o solos, Yo hago trabajos de producción y de arreglos por encargo, algo que me gusta mucho.