Sin distinguir la competencia, Julián Álvarez es sinónimo de gol. Ahora, el delantero se lanzó de palomita en el área chica para empujar con el pecho la pelota en el arco marcando el 1-0 en favor de Manchester City en la final del Mundial de Clubes.
El tanto llegó a los 40 segundos de juego, en el primer ataque de la definición entre los “ciudadanos” y Fluminense en la final del certamen continental. Así se convirtió en el gol más rápido de la competencia.
Asimismo, es el segundo argentino en marcar un gol de pecho bajo el nuevo formato de certamen. En 2009, Lionel Messi había hecho lo propio en la final que Barcelona venció 2-1 a Estudiantes de La Plata.
Hasta el final del primer tiempo, el conjunto inglés vence 2-0 a Fluminense. El segundo gol lo marcó Nino en contra.