Ya estamos pensando en las vacaciones de verano. Para algunos, llega el momento de viajar. Otros, aunque se quedan en casa, se preparan para cambiar de rutina. Y surge una pregunta clave: ¿qué pasa con nuestro entrenamiento? ¿Es mejor descansar en vacaciones o seguir haciendo algún tipo de ejercicio? Para los que llevan una vida sendentaria, ¿es un buen momento para empezar a moverse?

“Tengo pensamientos contradictorios: por una parte, creo que es importante para mi salud mental salir de la rutina y desconectar en vacaciones. Sin embargo, no quiero perder todo lo que llevo trabajando durante meses en mi físico”, remarca Carolina Flores, que entrena en un gimnasio céntrico todos los días desde comienzos de este año.

Carolina, que tiene 28 años y es empleada administrativa de un colegio, es consciente de que las vacaciones pueden ser un arma de doble filo: porque es un momento en el que nos relajamos y comemos de más.

Lo primero que aclaran los especialistas es que no es lo mismo tomarse un respiro de siete o 14 días que quedarse quietos durante dos meses. Tampoco ese descanso es igual para todos. Deportistas de resistencia como un corredor o ciclista, por ejemplo, se notarán más pesados con solo dejar de entrenar una semana.

la gaceta / fotos de diego aráoz

En términos generales, ¿cuánto tiempo aproximadamente tarda el cuerpo en empezar a perder masa muscular? Aunque no hay una regla igual para todos, se cree que es algo que ocurre entre las tres y cuatro semanas.

Adolfo Steimberg, profesor de Educación Física, opina que lo mejor es realizar ejercicio todo el año. Aunque admite que en esta etapa, a fin de año y en vacaciones se pueden bajar un poco las intensidades y las cargas.

“Es bueno darle un descanso al cuerpo, pero nunca parar del todo. Por ejemplo, si vas a la playa se puede correr por la arena, con zapatillas o descalzo. Si vas a la montaña, una opción es subir los cerros. Lo importante es no dejar de moverse, aunque lo hagamos relajados”, recomendó. Y en ese sentido sostuvo que no solo los grandes deben mantenerse activos en vacaciones; hay que buscar que los chicos también hagan algo. Para los que se quedan en casa, Steimberg propone que salgan a hacer actividad física al aire libre, antes de las 11 o después de las 6 de la tarde.

“Quienes no realizan ningún tipo de actividad pueden aprovechar el receso, que están con más tiempo y tranquilos, para encontrar un ejercicio que les atraiga y puedan empezar a practicarlo”, sostuvo.

“Lamentablemente, lo vemos en los gimnasios y en las plazas: la gente empieza a moverse más en septiembre, pero ya en diciembre abandona. Lo ideal es hacer todo el año”, reitera el profesional.

Algo placentero

Andy Córdoba, profesora de Educación Física y personal trainner, sostiene que si una persona que viene entrenando todo el año toma un receso por dos semanas ella le aconsejaría que haga solamente alguna actividad placentera. “Las vacaciones no son solo para la mente, también para el cuerpo”, explica.

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“Por otro lado, si alguien se va de viaje tres semanas o más tiempo, le recomiendo que trate de tener dos estímulos semanales de pesas porque a partir de tres semanas se empieza a perder masa muscular. Lo ideal es, si tienen un gimnasio cerca, pagar el mes o medio mes. Y si no hay pesas disponibles, se pueden hacer trabajos con distintos objetos, como por ejemplo piedras o lo que tengan a mano que pueda generarle algún tipo de carga al cuerpo. Se pueden hacer cosas básicas como sentadillas, abdominales, flexiones brazos y planchitas”, enumera la experta.

De todas formas, según su punto de vista, no es bueno saturar al cuerpo y exigirle cuando uno está muy cansado. “Noté un gran cambio en las personas que se van de vacaciones, descansan y vuelven con más pilas para entrenar. Creo que es bueno relajarse, pero obviamente no pasar todo el tiempo quietos y cuidarse un poco en las comidas: hay que ser equilibrado, darse algunos gustos y no vivir para comer. Esos pequeños cuidados harán que la vuelta de las vacaciones no sea tan dura”, resume.

La motivación

Uno de los riesgos de dejar de hacer ejercicio, según los expertos, es perder el hábito, y especialmente la motivación. Muchas veces, cuando volvemos de vacaciones, nuestras agendas se complican. Pensamos que luego retomaremos y llegamos a acumular dos o tres meses sin hacer ejercicio.

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Por eso, según los profesionales consultados, es importante sincerarse: ver cuánto tiempo nos iremos de vacaciones y encontrar un equilibrio para mantenernos activos mientras logramos descansar y desconectarnos de nuestra rutina.

Consejos

Depende el lugar donde vayas de vacaciones, podés elegir alguna actividad placentera. Estos son los consejos de los profesores de educación física:

• Si vas a la playa una buena opción es nadar en el mar. En el agua, los músculos trabajan más que en tierra firme debido a la resistencia del agua. Esta actividad playera tonifica la masa muscular, y si estás pensando en perder peso, debes saber que nadando se pueden quemar muchas calorías, además de favorecer el sistema cardio-respiratorio.

• Caminar o correr por la playa es otra opción. En este punto debemos diferenciar dos zonas: arena blanda o caminar por la orilla. La primera es una superficie inestable e irregular por lo que toda nuestra musculatura realizará un esfuerzo mayor para mantener la estabilidad de nuestro cuerpo.

• Jugar al vóley o al tenis en la playa. Ayuda a tonificar todo el cuerpo, reducir la grasa corporal y además mejora la agilidad y el equilibrio.

• Si te vas de vacaciones a la montaña, podés optar por hacer una ruta de senderismo y así conocerás mejor tu destino de veraneo. También se pueden hacer escaladas y paseos a caballo o en bici.