Científicos de todo el mundo se unieron por un fin en común: con cámaras gigantes debajo de la tierra, buscan atrapar unas partículas muy difíciles de detener. En ellas, esperan encontrar explicaciones relacionadas al origen del universo y relacionadas a la teoría del Big Bang.
Se trata de DUNE, definida por National Goegraphic como la “tela de araña” tecnológicamente más sofisticada que pueda generar el ser humano. Pero, ¿qué busca atrapar esta telaraña? Unas partículas esquivas llamadas neutrinos.
Los neutrinos son partículas indetectables que no contienen carga y que se llevan la energía que falta. Su materia es tan pequeña que se calcula que sesenta y seis mil millones de ellos atraviesan cada centímetro cuadrado de nuestra piel a cada segundo, y aún así no logramos notarlas.
DUNE: cámaras subterráneas y piletas a más de cien grados bajo cero
Las cámaras se construirán en Estados Unidos donde se removerán 800.000 toneladas de suelo para hacer las estructuras. Estas se construirán en Dakota del Sur y las afueras de Chicago.
Para captar los neutrinos, una de las cámaras tendrá un acelerador que creará un haz de neutrinos y los disparará a la velocidad de la luz. En DUNE (Deep Underground Neutrino Experiment) se construirá un detector con 70.000 toneladas de argón líquido a 190 grados bajo cero que buscarán captar los neutrinos.
Pero, ¿para qué capturar neutrinos? El proyecto busca atrapar estas partículas y estudiarlas suponiendo que pueden dar respuesta a un cuestionamiento fundamental: cómo es posible el universo como hoy lo conocemos y cuál es el origen de la masa.