El pasado fin de semana resultó crucial para la historia democrática del país porque además de la llegada de Javier Milei al máximo cargo del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), en la mayoría de las provincias asumieron gobiernos locales y dejaron claros mensajes sobre los nuevos tiempos que vendrán para sus jurisdicciones a partir del nuevo escenario económico que se abre en el país. El caso de Martín Llaryora fue uno de los más representativos porque después de asumir como nuevo gobernador de Córdoba partió a Buenos Aires para acompañar al dirigente libertario. A tono con los postulados de la nueva administración federal, Llaryora aseguró que en las próximas semanas avanzará con recortes de entre el 10% y el 25% de los salarios para los funcionarios públicos. “Desde el Partido Cordobés vamos acompañar el gobierno del presidente Milei”, destacó Llaryora y sostuvo que del éxito del flamante gobierno depende el éxito de todo el país.
Al respecto agregó que “no es tiempo de poner palos en las ruedas, sino de sumar para que Argentina encuentre un camino de desarrollo y prosperidad. Debemos ser capaces de recuperar el diálogo y dejar atrás las grietas”, instó Llaryora. Y de paso envió una advertencia al sucesor de Alberto Fernández al pedirle que “cumpla con las promesas que le hizo al pueblo de Córdoba”, y que la provincia “no va a abandonar los reclamos históricos”, y en ese sentido mencionó las bajas a las retenciones del sector productivo, reparto equitativo de los subsidios y el envío de fondos para la Caja de Jubilaciones
Por otra parte, anunció que ante la crisis que afecta a todo el país por la “recesión económica”, comenzarán a tomarse “medidas de austeridad”, por lo que se debe comenzar por la política para hacer frente a la caída de los ingresos. En ese sentido, adelantó que se reducirá el 25% de los haberes del gobernador y vicegobernador; 15% de los ministros y 10% de los restantes funcionarios políticos, y pidió que los restantes poderes del Estado adhieran a esa medida. En esa línea de austeridad también se reducirá a 14 la cantidad de ministerios y se congelan las vacantes, con excepción de los prestan servicios esenciales como salud, educación y seguridad.
A 307 kilómetros de la capital provincial, Gustavo Sáenz asumió su segundo mandato al frente de la gobernación de Salta y desde el Palacio Legislativo de la vecina provincia reclamó rediscutir la coparticipación federal y continuar con la obra de la reversión del Gasoducto Norte. “Es preciso rediscutir la coparticipación para que se establezcan criterios objetivos de reparto si queremos vivir en una Argentina justa, equitativa y solidaria”, dijo el dirigente afín al peronismo. Y remarcó que “el desarrollo social y económico de la provincia es inviable si no se atienden algunas premisas” y para esto es crucial conformar un bloque regional sólido, capaz de terminar con la discriminación presupuestaria.
En una alusión directa al gobierno de Milei, el mandatario salteño pidió a Nación tener una visión federal que posibilite “trabajar de manera conjunta, para que todos los argentinos tengamos las mismas oportunidades”. Sin brindar mayores definiciones sobre los lineamientos que tomará en su segunda gestión Saénz pidió a su equipo de colaboradores agudizar el ingenio para poder gobernar en los tiempos venideros. “Vamos a tener que ver cómo nos ingeniamos para generar leyes que nos permitan producir, industrializar”. También recalcó que “el Estado no puede ser una bolsa de trabajo”, pero su deber es “generar las condiciones” para que la población acceda a un trabajo digno.
Pesada herencia
En Santa Fe, el nuevo gobernador Maximiliano Pullaro no solo hizo foco en lo que deberá afrontar la provincia del centro del país a partir del nuevo escenario nacional, sino que también advirtió sobre la compleja realidad que atraviesa la jurisdicción. “Nos encontramos con déficit fiscal, deuda flotante, una inseguridad descontrolada, una Justicia cara que no da respuestas”, dijo. Y enfatizó que el principal desafío que tendrá por delante es el de defender a la provincia “en un contexto nacional de mucha incertidumbre, atravesada por una crisis económica y social sin precedentes, con un alto endeudamiento, inflación, aumento de la pobreza y un notable deterioro institucional”.
Además de remarcar que la flamante gestión tendrá a la austeridad como eje central, Pullaro se refirió al déficit previsional que enfrenta la Caja de Jubilaciones y Pensiones local. “Vamos a realizar acciones concretas para lograr reducirlo. Por otro lado, la actual gestión nacional está dejando una enorme deuda del Anses con nuestra provincia”, alertó y prosiguió: “No podemos quedarnos de brazos cruzados, vamos a cuidar lo que les corresponde a los santafesinos”.
En Mendoza, Alfredo Cornejo, que tendrá un rol preponderante en la gobernabilidad de Milei en el grupo de los 10 mandatarios aliados de Juntos por el Cambio (JxC), centró todo su discurso en la necesidad de cambio en las políticas macroeconómicas para que a Mendoza le vaya bien.
“Vienen tiempos donde la economía nacional tendrá pronóstico reservado, en medio de un contexto de dificultades y desafíos profundos que repercutirá en el día a día de las personas, de las empresas y también en la marcha de las administraciones públicas. Cualquier programa de estabilización serio conllevará enormes esfuerzos porque vivimos en un país que está técnicamente colapsado”, argumentó el gobernador radical.
Y pidió respaldo a la oposición: “Por eso, como primer acto al frente del Ejecutivo provincial, quiero hacer una convocatoria amplia a la sensatez,”. Entonces manifestó su claro apoyo al Presidente. “Quiero expresar la mejor predisposición colaborativa de mi gobierno provincial, para que la ejecución de ese mandato de cambio que ha recibido el nuevo presidente electo se produzca dentro de un marco de gobernabilidad y entendimiento multisectorial porque, como está dicho, si a la Nación le va bien a Mendoza le irá mejor aún. No es una expresión azarosa”, enfatizó.