La cosecha de trigo en el país muestra rindes mejores a los esperados. A raíz de ello, subió la estimación de noviembre a diciembre en un millón de toneladas. Debido a los mejores resultados en el este de la región pampeana, la estimación se ajusta de 13,5 millones de toneladas a 14,5 millones de toneladas. La clave fue el clima en el llenado del grano: lluvias y un clima fresco asociado al Atlántico frío.
“Con un avance de la cosecha argentina del 57%, se esperaban menores rindes, pero las cosechadoras están exhibiendo mejores resultados para el trigo 2022/23, lo que suma un millón de toneladas más”, indica el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario. La estimación de producción se ajusta a 14,5 millones de toneladas, cuando hasta hace un mes se estimaban 13,5 millones de toneladas, y parecía haber más argumentos a la baja que para este rebote que refleja hoy la cosecha argentina.
La suba no alcanza para dejar de situar la campaña entre la segunda peor de los últimos ocho ciclos productivos de la Argentina. Pero con un millón de toneladas más, el país habrá producido este año un 26% más de trigo que el año pasado (11,5 millones de toneladas).
Los nuevos ajustes sobre el rinde promedio nacional lo ubican en 28,3 quintales por hectárea (qq/ha), frente a 26,4 qq/ha estimados en noviembre. La nueva estimación tiene en cuenta una pequeña suba de área de 20.000 hectáreas más en Entre Ríos, que llevan el total de área sembrada a 5,52 millones de hectáreas y una pérdida de superficie que se mantiene en 390.000 hectáreas.
La provincia de Entre Rios pasó de estimar el rendimiento de 27 qq/ha a 36 qq/ha entre noviembre y diciembre. De esta manera, suma más de 600.000 toneladas al guarismo nacional. Los técnicos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos explican que el salto tiene que ver con que se subestimó el potencial que se tenía en trigo gracias a las recargas de los perfiles que se dieron entre febrero y marzo.
Por otra parte, también hubo mejores rindes a lo esperado en la región núcleo, con ajustes significativos a la suba en el centro y el este de Buenos Aires. También hay negativos; lamentablemente, en el NEA se restan 100.000 toneladas.
Si bien falta avanzar con la cosecha triguera en regiones clave del este de Buenos Aires, el comienzo de la cosecha y las observaciones de los agrónomos en distintas áreas son optimistas. En el SE bonaerense, en las zonas de Tandil, Azul, Olavarría, Balcarce, Necochea, Gral. Pueyrredón y Gral. Alvarado los trigos están muy buenos, no hay registros de cosecha, pero anticipan que también puede haber rendimientos un 20% por encima del presupuestado por lo que se espera cosechar entre 55 qq/ha y 65 qq/ha, con lotes que van a superar los 70 qq/ha.
Más allá de que fue una campaña compleja -sobre todo, en el oeste-, una vez más la cosecha refleja que el productor de toda la región pampeana viene apostando al trigo con planteos de alta tecnología y a cada año sigue optimizando el manejo del cultivo. También resultó fundamental el efecto de las bajas temperaturas que se asocian con un Atlántico que se mantuvo muy frío a la altura de la Argentina.
Aparte de su relación con el coeficiente fototérmico del cultivo, las bajas temperaturas contuvieron el avance de las enfermedades, otro factor que era muy temido en la franja este del país. Por supuesto este factor fue acompañado por la vuelta de las lluvias en el llenado, justo a tiempo para que muchas áreas expresen esta mejora de rinde en las cosechadoras argentinas.