Diciembre avanza. Cambiaron las autoridades del Gobierno. La crisis golpea. Y a pesar de todo, el campo continúa trabajando.
Hay sinceramientos de precios a raíz de la decisión de la Nación de cambiar el tipo de cambio. Pero los coletazos que conlleva preocupan, debido al aumento de los precios, que no se sabe hasta donde llegará. Se estudia, además, una posible suba en las retenciones a las exportaciones. Sin embargo, los vientos, en general, son optimistas para el tiempo por venir, en lo relacionado a la producción agrícola ganadera argentina.
Las lluvias que se están dando son importantes. Sobre todo, las que se dieron a principios de este mes, que permitieron que se arranquen con fuerza todas las labores de presiembra y de siembra propiamente dicha en toda la zona productora de granos de la región y de nuestra provincia.
A la fecha, seguramente los productores y los técnicos que trabajan en el asesoramiento integral de la producción de granos de la región tomaron todos los recaudos para que se produzca de manera preventiva y defensiva; a pesar de que el fenómeno “Niña” va quedando atrás, y va dejando lugar al “Niño”, con pronósticos de lluvias más regulares.
Lo bueno de lo difícil que resultó producir durante los años que pasaron, es que los productores aprendieron muchas cosas que le permitieron sobrellevar años climáticamente malos y, por ende, años productivamente muy complicados.
Sobre esto, los técnicos vinculados a la actividad granaría manifiestan que, en general, los mejores resultados en promedios de cosecha logrados durante estas campañas que pasaron se dieron en aquellos lotes en los cuales se había aplicado una adecuada rotación de cultivos; en especial, en la rotación soja-maíz o gramínea estival.
Actualmente el cultivo de maíz es muy importante en el país. En el mercado interno es consumido en grandes volúmenes; pero, además, tiene una salida a los mercados internacionales superior a un 50% de lo producido.
Por suerte todos tienen en claro que hoy el maíz, a pesar de ser un cultivo con un costo más alto que el de la soja, da buenos resultados, debido a los buenos rindes logrados por los productores. Esto genera altos ingresos de divisas, a raíz del gran volumen comercializado.
Pero, por sobre todo, el maíz es importante porque es parte fundamental de un sistema productivo sustentable para diversas zonas productoras de granos del país. En el NOA resulta primordial.
En general; cuando las lluvias ayudan, durante diciembre los productores inician la siembra de soja, la finalizan lo más rápido posible y, luego, se abocan a la siembra de maíz y/o poroto.
Lo bueno es que hoy el productor sabe que el maíz desempeña un rol fundamental en las rotaciones; por lo cual, al conocer los beneficios de este, ya lo asimiló como algo vital en su producción.
Los técnicos especializados en este cultivo afirman que una de las prácticas más importantes y recomendadas para los sistemas productivos agropecuarios es la rotación de cultivos.
La rotación de cultivos -principalmente con maíz- presenta ventajas desde lo empresarial, al lograr que se incorporen otros cultivos que le permiten al productor diversificar riesgos productivos y económicos, ya que las condiciones ambientales pueden impactar de diferente manera en los distintos cultivos integrantes de la rotación.
Pero, por sobre todo, para el NOA, rotar con maíz permite mejorar las condiciones físicas y químicas del suelo, que fue sobreexplotado por el monocultivo de la soja.
La rotación con maíz o con sorgo también permite que el suelo tenga mayor cantidad y calidad de rastrojo, lo que mejora su capacidad biológica y la fertilidad potencial de este.
Ni hablar de los beneficios que genera al cortar los ciclos de vida de las plagas, de las malezas y de las enfermedades, al cambiar de suelo o potrero en cada ciclo agrícola.
Estos beneficios, que muchas veces se escuchan por boca de los técnicos en cursos o en disertaciones, fueron comprendidos por los productores. Y hoy toman el maíz como un cultivo primordial, con números que avalan estas afirmaciones técnicas.
El NOA es un ambiente donde muchas veces se torna muy difícil producir adecuadamente y de manera regular y contante. Debido a ello, no se debe descartar nunca un sistema de rotación de cultivos, y trabajar de manera muy eficiente para obtener resultados que permitan que se continúe en carrera y se produzca de manera sostenible.